lunes, 6 de octubre de 2008

La Plaza Juárez

Quizá la Plaza Juárez es la plaza que en Aculco ha tenido más nombres. A mediados del siglo XVIII, se le conocía como Plaza de la Cruz y hacia la segunda década del siglo XIX era llamada Plaza del Baratillo. En 1890, como se puede leer todavía en una lápida circular en su costado norte - el muro del atrio de la parroquia - fue bautizada como Plaza Hidalgo. Finalmente, ya en el siglo XX, recibió su nombre actual.



Cada uno de esos nombres tiene, por supuesto, su razón de ser. El nombre de Plaza de la Cruz, se debe posiblemente a la existencia en su centro de una cruz exenta que marcaba el centro original del pueblo de Aculco, a partir de la cual se señalaban las 500 y después 600 varas de tierras a la redonda que pertencían a sus vecinos. Más tarde, recibió la denominación de Plaza del Baratillo pues en este espacio se instalaba el tianguis de los domingos, que persistió en el lugar hasta la inauguración del Mercado Municipal en 1978. El nombre de Plaza Hidalgo fue ya una determinación oficialista, que se le dio seguramente por tratarse de la segunda plaza en importancia del pueblo, después de la Plaza de la Constitución. Sin embargo, la denominación se perdió paulatinamente en favor de la ahora Plazuela Hidalgo, antes del 7 de Noviembre, dado que aquella albergaba el busto del héroe y se halla frontera de la casa donde éste se albergó en vísperas de la Batalla de Aculco. Finalmente, Plaza Juárez fue el nombre que recibió casi por exclusión, perdido el de Hidalgo, y por desembocar el en ella la Calle Juárez, antes Calle del Águila.

Placa en la que se advierte que la Plaza Juárez fue denominada a fines del siglo XIX "Plaza Hidalgo".

La Plaza Juárez se abre entre los ejes que forman las calles Hidalgo - José Canal, Manuel del Mazo y Juárez. Por fortuna, se encuentra en buen estado de conservación. Su mayor pérdida fue la destrucción de la llamada Casa de Ñadó, que a fines de los años sesenta fue reemplazada por una construcción moderna de dos pisos de estilo pseudocolonial. El resto de las construcciones que la rodean - la Casa del Volcán, la Casa del Portal de la Primavera, el reloj público, el muro del atrio de la parroquia, la Casa de don Juan Lara Alva y la Casa de los Alcántara Terreros - se han conservado en buen estado. Sin embargo, la imagen misma de la plaza sí ha cambiado mucho a lo largo del tiempo. De ello dan testimonio las fotografías incluidas en esta secuencia.

En esta vieja fotografía pueden verse una de las antiguas bancas rojas de mampostería -conocidas localmente como "lunetas"- que rodeaban toda la plaza hasta 1974. Su piso estaba formado originalmente por un enlosado en forma de estrella que desapareció antes de ese año. Al fondo, una ventana y la hornacina de la Casa de don Juan Lara Alva.

La Plaza Juárez hacia 1960 (vista hacia el noreste). La parroquia y la barda del atrio dominan este costado de la plaza, mientras a la derecha destaca el fresno en el que fueron ahorcados algunos empleados de la hacienda de Ñadó durante la Revolución, Los restos de propaganda política en el muro atrial y los juegos infantiles forman parte de la deteriorada imagen de estos años.

Vista de la plaza hacia el noroeste, en la misma época. Al fondo, la Casa del Volcán (llamada así por la tienda "El Volcán de Orizaba" que existió en una de sus accesorias), la Casa del Portal de la Primavera, la torre del reloj y el muro del atrio.

Una escena ya irrepetible en la esquina sureste de la Plaza Juárez: el carbonero con sus burros entrega carbón en la Casa de don Juan Lara Alva. A la derecha, asoma un balcón de la Casa de los Alcántara Terreros. El aire antiguo de las casas y el empedrado nos dan una clara idea de la imagen original que debió presentar esta plaza en tiempos virreinales.

Esquina suroeste de la Plaza Juárez en 1972. La Casa de Ñadó, que ocupaba este ángulo, ha desaparecido y en su lugar se encuentra la casa de la "Superterraza", de intención colonial, bastante fallida. Al fondo, la Casa de la Tres Naciones, o de la Tortillería. Obsérvense las escalinatas con ñas que se salvava el desnivel de la calle con la plaza.

En esta forografía tomada desde la calle Manuel del Mazo, se observa el extremo oeste de la Plaza Juárez. Al fondo, el Portal de la Primavera y a la derecha, la Casa de Ñadó, sustituida por la Casa que aparece en la foto anterior. Aquí ya acusaba un serio deterioro. Sus ventanas se hallaban tapiadas y sus rejas habían desaparecido. En lugar de las bancas del extremo de la plaza que se muestran aquí, se construyó la fuente de la que hablamos líneas abajo.

Esta interesante fotografía, cortesía de Octavio Lara Chávez, permite conocer la cromática original de las "lunetas" en vísperas de la remodelación.

La remodelación de 1974 dio esta nueva imagen a la plaza. Las viejas lunetas han desaparecido y en su lugar se construyeron cuatro bancas con sendos pares de faroles enanos (que, como dicen acertadamente en el pueblo, no alumbran, encandilan). Todo el perímetro de la plaza ha sido rodeado por jardineras plantadas con azaleas y magnolias y luce un adoquinado nuevo en vez del cemento que reemplazó al empedrado original. La pulcritud es innegable, pero excesiva y escenográfica.

En la misma remodelación de 1974, se construyó en el extremo oeste de la plaza esta fuente. No es fea, aunque resulta totalmente ajena a la tradición constructiva aculquense. Lo verdaderamente desafortunado es que cierra la perspectiva de la plaza hacia el Portal del Volcán. Al fondo, resalta la inconclusa y horrenda torre del reloj del Padre Bernardo Contreras, construida en 1996.

Este es el aspecto actual del portal de la casa en la que hace años estuvo la tienda "El Volcán de Orizaba". Forma el costado poniente de la plaza, con la calle Manuel del Mazo de por medio. hace no más de tres años, las columnas originales fueron destruidas por un trailer y se reconstruyeron con cierta negligencia.

Otra vista reciente del extremo oeste de la plaza. Los muros blancos, el cielo azul, las palmeras (que ahora destacan en lugar del viejo fresno del atrio, caído casi totalmente en 1985), enfatizan el aire andaluz-extremeño que siempre tuvo Aculco, pero que la remodelación de 1974 exageró. Obsérvese que el reloj público aún mantenía su pretil antiguo, antes de la intervención estúpida de marzo de 2008.

En el costado sur de la plaza existe desde tiempo atrás un sitio de taxis. Antes, cuando la cantidad de automóviles y de pasajeros era pequeña, no significaba ningún estorbo, pero en la actualidad ha invadido este tramo y buena parte de la calle Juárez, que además utiliza indebida e ilegalmente como área de estacionamiento exclusivo.

La "Superterraza" en la actualidad.

A principios de los años noventa, en el extremo este de la plaza, se levantó este monumento a Benito Juárez. Tras él asoma el nicho de metal pintado de verde agua de una imagen de la Vírgen de Guadalupe, devoción de los taxistas, y una serie de adornos relacionados amarrados a los árboles. Al fondo, la casa de don Juan Lara Alva.

La más reciente incorporación al arreglo de la plaza ha sido la pequeña reja que ahora rodea sus jardineras, a imitación de la Plaza de la Constitución, la Plazuela Hidalgo y la Plaza del Ojo de Agua. Al fondo, la hermosa Casa de los Alcántara Terreros, cuyo letrero que la ofrece en venta nos hace temer por su futuro.

ACTUALIZACIÓN 24 de octubre de 2011: La plaza Juárez en un dibujo de 1838. A la izquierda se pueden ver los muros del atrio (aún no existía el reloj público ni el Portal de la Primavera), al fondo la casa de don Juan Lara Alva, al centro la casa de los Alcántara Terreros y a la derecha el Portal de Ñadó. Al extremo derecho asoma el portal del Volcán.

7 comentarios:

  1. Extraordinarias fotografia.
    es una tristesa que se este perdiendo este aire Aculquense.
    Gracias a Gente que no tiene ni la menor idea de lo que es nuestro origen, identida..BAsta¡¡

    ResponderEliminar
  2. La gente y los taxis son un estorbo?? o_O hay gente que tiene la necesidad de transportarse que tiene eso de malo

    ResponderEliminar
  3. j_lennon, no confundas las cosas...Con todo ese texto e imágenes ¿es lo único que se te ocurre comentar?.

    Vamos, no salgas con comentarios fuera de lugar , y lo peor, menos con un comentario tan simple.

    ResponderEliminar
  4. Javier. sabes porque se le llamaba "casa Ñado" donde ahora esta la "Tienda Super terraza".
    Saludos.

    ResponderEliminar
  5. La casa que existió en el lugar de la actual "Superterraza" fue conocida como "Casa de Ñadó" ya que
    fue adquirida el 12 de agosto de 1885 por don Guadalupe Guadarrama, propietario de la hacienda de Ñadó, en setecientos pesos a los herederos de don Marcos Ramírez, su anterior propietario. De esta manera, se convirtió en la residencia de los hacendados de Ñadó en el pueblo de Aculco.

    ResponderEliminar
  6. JLB.
    SABES PORQUE LE DICEN LA CASA DE LAS TRES NACIONEA A LA CASA DE LA FAMILIA DE LA VEGA..
    SALUDOS.

    ResponderEliminar
  7. La casa de los De la Vega se conoce como de las "Tres Naciones" porque así se llamaba la tienda que existía en sus accesorias, por allá en la década de 1880. Cuáles eran esas tres naciones, sigue siendo un misterio para mí.

    Esta tienda fue propiedad de un español, don Ignacio Zaballa.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.