viernes, 20 de abril de 2018

El grafiti del águila

Muchas veces he repetido aquí que el valor patrimonial de Aculco no está tanto en la grandeza de sus edificios históricos -que son dignos, pero humildes frente a las grandes realizaciones de otros pueblos y ciudades- sino en la forma en la que pudo preservar una variedad de edificios, elementos arquitectónicos y detalles de distinto tipo que permiten tener un panorama muy completo de la vida en este sitio en tiempos pasados. Es decir, en Aculco son importantes sus monumentos, pero siendo éstos "menores" es mucho más importante el conjunto urbano total.

Este comentario viene al caso porque meses atrás, al leer el libro Graffitis Novohispanos de Tepeapulco, Siglo XVI de Pascual Tinoco Quesnel y ‎Elías Rodríguez Vázquez, recordé haber visto hace muchos años en la torre de la parroquia un antiguo grafiti hecho con incisiones directamente en la cantera. Y pensé entonces que a Aculco no le faltaba ni siquiera eso: aunque no abundan ni son tan importantes, también tiene ejemplos de grafitis coloniales. Desafortunadamente no contaba con una fotografía para ilustrar esta idea en el blog.

Sin embargo, como saben ya mis lectores por el texto que dediqué a las campanas de la parroquia, tuve la fortuna de poder subir a la torre durante la Semana Santa pasada. Por supuesto, una de las primeras cosas que hice allá arriba fue buscar aquel grafiti que según mi memoria representaba un águila. Lo hallé en su sitio: el machón nororiental del primer cuerpo del campanario, en su cara sur. Acusaba algún desgaste, supongo que en parte por la erosión natural pero quizá tambiénm por la limpieza a la que ha sido sometida la torre durante su restauración.

Aunque no puedo decir que se trate de un águila, es evidente que representa un ave con las alas desplegadas. No tan evidente es apreciar si mira a la izquierda con el pico cerrado (y entonces su cabeza de adorna con plumas o una corona), o si mira a la derecha, con el pico abierto. Su tamaño es pequeño, quizá de unos 10-12 centímetros. Parece haber sido trazado realizando incisiones con un simple clavo u otra herramienta sencilla. Sobre su época, es difícil precisarla pues aunque la acompañan algunos otros trazos ninguno de ellos permite establecer una fecha. Sin embargo, si comparamos el grafiti aculquense con el del águila bicéfala que presenta Alessandra Russo en su exposición virtual de grafitis conventuales novohispanos que puedes ver en esta página, notaremos varias semejanzas en el trazo de las alas y la cola que permiten situarla con bastante seguridad en el Virreinato.

Este grafiti es sin duda un elemento histórico menor de nuestro Aculco. Pero es uno de los muchos que se suman para hacer del pueblo algo digno de ser protegido y conservado. Recuérdenlo siempre: el valor patrimonial de Aculco está en su conjunto y cada pequeño detalle aporta a él. No se les debe soslayar o destruir, por menores que sean.