domingo, 19 de abril de 2015

Gracias, Lázaro

Como muchos de ustedes saben, hace unas semanas, antes de la última Semana Santa, concluyó la restauración de las fachadas del templo parroquial de Aculco. Una obra de la que en este blog he ido dando cuenta pues se trató de la intervención más importante a ese edificio desde hace más de 50 años. Fue una labor pensada para algunos meses que por diversas razones se fue alargando, como fue el hallazgo de grietas y daños que no se percibían a simple vista, la dificultad de encontrar un cantero que quisiera hacerse cargo de la sustitución de piezas dañadas, las pruebas en la cal pigmentada que necesariamente obligaban a que ésta se secara y hasta el propio calendario litúrgico y de fiestas del pueblo. Pero el tiempo que tomó valió la pena y hoy el magnífico resultado está a la vista.

En las próximas semanas quisiera formar en este blog o bien en la página de Facebook de Aculco, lo que fue y lo que es, un álbum fotográfico del desarrollo de estos trabajos de restauración. Pero ahora lo que quiero es agradecer al arquitecto responsable de su ejecución, maestro Lázaro Frutis, quien ha sido su promotor desde el principio y es incluso a quien le debemos los esfuerzos por hallar financiación para realizarlos. No sólo esto, sino que, aparte de su responsabilidad en la restauración de la fachada y según entiendo sin cobrar por ello, accedió a reparar los daños que por verdadera negligencia sufrió el conjunto en el pretil de ladrillo y en la jamba del acceso sur al atrio la Semana Santa de 2014 (daños de los que dimos cuenta puntual aquí). De esta última reparación dejo aquí algunas imágenes, con la nota al margen de que en ellas no aparece todavía repuesto en su sitio el remate neoclásico derribado, pues cuando se tomaron el arquitecto aún no conseguía cierta resina necesaria para su restauración.

El arquitecto Frutis seguramente continuará realizando obras de restauración en nuestro municipio en los meses que vienen: está pendiente la reparación de la planta baja del portal de peregrinos del ex convento de Aculco, para la cual las autoridades municipales ya habían asegurado recursos, así como la restauración del templo de Santiago Oxthoc Toxhié, uno de los más interesantes de esta región, pues los habitantes de aquel pueblo se han acercado a él interesados en que se haga cargo de ese trabajo. Por ahora, en este blog en el que suele haber más críticas que elogios, quiero reiterar mi agradecimiento a las autoridades municipales, a los funcionarios del FOREMOBA, empezando por su directora Cristina Artigas de Latapí, al párroco y principalmente a Lázaro por haber colaborado en esta restauración. Ojalá la continuación de estos trabajos signifique en algún momento la restauración integral del antiguo conjunto conventual de Aculco.