miércoles, 29 de octubre de 2008

El Palacio Municipal de la calle Juárez

La historia de las distintas sedes que han tenido los ayuntamientos de Aculco todavía está por escribirse. En tiempos coloniales, existió una Casa de Cabildo situada en la Plaza Mayor de Aculco, pero cuyo sitio preciso no hemos podido precisar. Años después, por motivos que no quedan muy claros, la autoridad aculquense quedó sin edificio propio, por lo que el padre Nicanor Basurto les entregó en préstamo gratuito el inmueble conocido como la Casa de Ejercicios, que era de su propiedad. Esto sucedió hacia la mitad del siglo XIX.

En 1875, el licenciado Nicolás Basurto Sánchez, hijo del padre Nicanor (nacido antes de que tomara las órdenes, aclaro para los mal pensados), cedió totalmente la casa para que sirviera no sólo a la "Sala Municipal", sino también a los juzgados conciliadores, escuela nacional, cárcel pública y corral de concejo.

Esta gran casa, que fue por lo tanto sede del Ayuntamiento de Aculco por cerca de cien años, tenía labrada en una de sus piedras la cifra 1787, que muy probablemente señalaba el año de su construccíón. Tenía tres fachadas hacia las calles del Águila (la actual Juárez), del Calvario (hoy Manuel del Mazo) y hacia el "callejón que va a Ñadó" (actualmente Pípila). Era un gran inmueble de dos plantas que ocupaba prácticamente la mitad de la manzana. Sus principales salones se hallaban alfombrados en rojo y negor, y en su enorme patio llegaron a presentarse funciones de circo.

Para ser que el temblor de noviembre de 1912 dejó un poco deteriorada esta casa. Lo cierto es que, cuando el gobierno del estado decidió construir el edificio de la Escuela Primaria Venustiano Carranza y el teatro anexo (hoy Casa de la Cultura, Archivo Municipal y otras dependencias) en 1947, la antigua casa fue casi totalmente demolida. Sobrevivió solamente la fachada, muy deteriorada, que daba hacia la calle Juárez, con dos portadas de cantera rosa del inmueble original, y un pequeño tramo hacia Pípila.

Es todo lo que resta de aquel magnífico edificio.

Esta portada de piedra, con dintel curvo un poco irregular, es la más cercana a la esquina de las dos que sobreviven. Hoy en día tapiada, antaño tuvo una hermosa puerta claveteada.

A diferencia de la anterior, esta portada aún sirve de entrada a una bodega. Sus jambas, demasiado gruesas para un vano de sus dimensiones, así como la falta del dintel original -reemplazado por una trabe de concreto- hacen suponer que pudo tratarse de una portada más grande que fue reducida al cambiar de uso.

A los viejos muros restantes del viejo Palacio Municipal se les han abierto infinidad de vanos en años recientes.

Esta sección del antiguo Palacio Municipal se encuentra hoy en día arruinada y sin uso.