lunes, 28 de marzo de 2016

Calle de Aldama número 9: soberana tontería

Me gustaba pasear por la calle de Aldama y especialmente frente a la casa que lleva el número 9. Era como regresar al Aculco más antiguo, pues ésta y las casas vecinas (que quizá en algún momento formaron una sola propiedad) parecían no haber sido tocadas desde su construcción, probablemente llevada a cabo a principios del siglo XVIII. Extrañamente, ni siquiera la remodelación de 1974 que abarcó casi todo el pueblo llegó a esta calle, no sé si por simple olvido o porque el arquitecto responsable quiso dejar una muestra -un testigo diríamos en términos de restauración- del estado original de nuestro poblado.

No es que se tratara de una casa grandiosa en términos arquitectónicos(aunque su acceso principal era alto y hermoso como el de un pequeño palacio) pero resultaba encantadora por su originalidad, por su prístino estado de conservación: un sobrio muro de piedra blanca encalada, rematada a la manera tradicional aculquense -casi perdida- con una hilada de ladrillo y lomo de toro; en el muro se abrían ventanas cerradas con rejas, distribuidas un poco caprichosamente. A los lados de alguna entrada se conservaban los peculiares poyos, antaño tan frecuentes en Aculco. Sólo al extremo -y formando, creo, parte ya de la casa vecina- se abría un balconcillo en lo alto, señalando la existencia de una planta superior. A través de la reja que cubría la entrada principal, era posible ver su patio con jardín, tan bien conservado y tan auténtico como el exterior, al que se abría un pequeño corredor de poca altura.

Lo más hermoso era la portada principal, toda de cantera encalada, con pequeños resaltes como pedestales en las jambas, que se elevaba con unos escalones sobre el nivel de la calle y se remataba en una gruesa moldura que permitía suponer la época de su construcción, como dije arriba, en los primeros años del 1700. Desgraciadamente esta portada, que más de un adinerado habría deseado para su casa de San Ángel o Coyoacán, fue mutilada hace apenas unos días, a despecho de todos los ordenamientos legales que supuestamente protegen el patrimonio histórico de Aculco y que en la realidad a nadie le interesa aplicar. Hoy es una vulgar, vulgarísima cochera. Sólo sobrevivió la moldura del remate, como indicando con su presencia lo que bajo ella se perdió.

¿Alguien recuerda aquel tríptico que repartió el Ayuntamiento de Aculco apenas incluido este pueblo en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO como parte del Camino real de Tierra Adentro en 2010? Tenía un párrafo que decía:

Asimismo es tarea de todos implementar las acciones básicas necesarias para su conservación, por ejemplo, evitando realizar cambios a las construcciones, y al entorno urbano y ambiental inmediato que alteren de manera drástica el valor patrimonial por el cual fue reconocido por la UNESCO.

Pues estimados lectores, eso es justamente lo que se hizo con esta casa y que en realidad se sigue haciendo en toda la extensión del pueblo. Tan importante era esta construcción que en el propio plano del Plan de Gestión del Camino Real de Tierra Adentro aprobado por la UNESCO, aunque no se le incluyó en las áreas núcleo y de amortiguamiento le señaló como un edificio de valor histórico contextual que debía preservarse en su integridad. Hoy, esa integridad conservada por tres siglos se ha perdido.

Parece que ni los habitantes y propietarios de Aculco, quizá ni siquiera las autoridades civiles y religiosas del lugar, han acabado de comprender cabalmente lo que significa la designación de Aculco como sitio del Patrimonio Mundial: quiere decir que se debe conservar, que los cambios a sus construcciones deben ser restringidos y muy reglamentados, significa que nadie debería poder libremente ensanchar un vano, convertir una ventana en puerta, construirle un segundo piso a su casa, reemplazar sus tejados por losas de concreto, cambiar su puerta de madera por una cortina metálica, subdividir el predio, destruir el interior y conservar sólo su fachada, etcétera. Lo siento, sí, esto suena muy restrictivo, pero es justamente a lo que el Ayuntamiento de Aculco, el Gobierno del Estado de México, el Gobierno Federal y el INAH se comprometieron al buscar la incorporación del pueblo a ese patrimonio mundial. Y un día tendrán que rendidr cuentas de ello. Porque uno no puede visitar ciudades como Ávila, Toledo, Praga, Córdoba y otras reconocidas en la lista de la UNESCO esperando encontrarse con que al dueño de cierta casa histórica se le ocurrió mutilar la entrada para que cupiera su auto; el viajero que visita esas ciudades busca exactamente lo contrario: la permanencia frente a lo cambiante del resto del mundo.

En fin, se ha perdido un poco más del patrimonio de Aculco. Aculco es hoy un poco menos auténtico, un poco menos original, un poco menos valioso, un poco menos respetuoso de las leyes, un poco menos ejemplar, un poco menos hermoso. Quizá sea momento de preguntarse cuántos de esos "poco menos" es capaz de resistir.

¿Quieres ver cómo se veía esta casa en 2009? Sigue este link para entrar a Google Street View.

Calle de Aldama número 9: soberana tontería

Me gustaba pasear por la calle de Aldama y especialmente frente a la casa que lleva el número 9. Era como regresar al Aculco más antiguo, pues ésta y las casas vecinas (que quizá en algún momento formaron una sola propiedad) parecían no haber sido tocadas desde su construcción, probablemente llevada a cabo a principios del siglo XVIII. Extrañamente, ni siquiera la remodelación de 1974 que abarcó casi todo el pueblo llegó a esta calle, no sé si por simple olvido o porque el arquitecto responsable quiso dejar una muestra -un testigo diríamos en términos de restauración- del estado original de nuestro poblado.

No es que se tratara de una casa grandiosa en términos arquitectónicos(aunque su acceso principal era alto y hermoso como el de un pequeño palacio) pero resultaba encantadora por su originalidad, por su prístino estado de conservación: un sobrio muro de piedra blanca encalada, rematada a la manera tradicional aculquense -casi perdida- con una hilada de ladrillo y lomo de toro; en el muro se abrían ventanas cerradas con rejas, distribuidas un poco caprichosamente. A los lados de alguna entrada se conservaban los peculiares poyos, antaño tan frecuentes en Aculco. Sólo al extremo -y formando, creo, parte ya de la casa vecina- se abría un balconcillo en lo alto, señalando la existencia de una planta superior. A través de la reja que cubría la entrada principal, era posible ver su patio con jardín, tan bien conservado y tan auténtico como el exterior, al que se abría un pequeño corredor de poca altura.

Lo más hermoso era la portada principal, toda de cantera encalada, con pequeños resaltes como pedestales en las jambas, que se elevaba con unos escalones sobre el nivel de la calle y se remataba en una gruesa moldura que permitía suponer la época de su construcción, como dije arriba, en los primeros años del 1700. Desgraciadamente esta portada, que más de un adinerado habría deseado para su casa de San Ángel o Coyoacán, fue mutilada hace apenas unos días, a despecho de todos los ordenamientos legales que supuestamente protegen el patrimonio histórico de Aculco y que en la realidad a nadie le interesa aplicar. Hoy es una vulgar, vulgarsísima cochera. Sólo sobrevivió la moldura del remate, como indicando con su presencia lo que bajo ella se perdió.

¿Alguien recuerda aquel tríptico que repartió el Ayuntamiento de Aculco apenas incluido este pueblo en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO como parte del Camino real de Tierra Adentro en 2010? Tenía un párrafo que decía:

Asimismo es tarea de todos implementar las acciones básicas necesarias para su conservación, por ejemplo, evitando realizar cambios a las construcciones, y al entorno urbano y ambiental inmediato que alteren de manera drástica el valor patrimonial por el cual fue reconocido por la UNESCO.

Pues estimados lectores, eso es justamente lo que se hizo con esta casa y que en realidad se sigue haciendo en toda la extensión del pueblo. Tan importante era esta construcción que en el propio plano del Plan de Gestión del Camino Real de Tierra Adentro aprobado por la UNESCO, aunque no se le incluyó en las áreas núcleo y de amortiguamiento le señaló como un edificio de valor histórico contextual que debía preservarse en su integridad. Hoy, esa integridad conservada por tres siglos se ha perdido.

Parece que ni los habitantes y propietarios de Aculco, quizá ni siquiera las autoridades civiles y religiosas del lugar, han acabado de comprender cabalmente lo que significa la designación de Aculco como sitio del Patrimonio Mundial: quiere decir que se debe conservar, que los cambios a sus construcciones deben ser restringidos y muy reglamentados, significa que nadie debería poder libremente ensanchar un vano, convertir una ventana en puerta, construirle un segundo piso a su casa, reemplazar sus tejados por losas de concreto, cambiar su puerta de madera por una cortina metálica, subdividir el predio, destruir el interior y conservar sólo su fachada, etcétera. Lo siento, sí, esto suena muy restrictivo, pero es justamente a lo que el Ayuntamiento de Aculco, el Gobierno del Estado de México, el Gobierno Federal y el INAH se comprometieron al buscar la incorporación del pueblo a ese patrimonio mundial. Y un día tendrán que rendidr cuentas de ello. Porque uno no puede visitar ciudades como Ávila, Toledo, Praga, Córdoba y otras reconocidas en la lista de la UNESCO esperando encontrarse con que al dueño de cierta casa histórica se le ocurrió mutilar la entrada para que cupiera su auto; el viajero que visita esas ciudades busca exactamente lo contrario: la permanencia frente a lo cambiante del resto del mundo.

En fin, se ha perdido un poco más del patrimonio de Aculco. Aculco es hoy un poco menos auténtico, un poco menos original, un poco menos valioso, un poco menos respetuoso de las leyes, un poco menos ejemplar, un poco menos hermoso. Quizá sea momento de preguntarse cuántos de esos "poco menos" es capaz de resistir.

¿Quieres ver cómo se veía esta casa en 2009? Sigue este link para entrar a Google Street View.

viernes, 18 de marzo de 2016

Cuando había cine en Aculco...

¿Cuántos años hará que el viejo Teatro Municipal de la calle del Pípila dejó de ser usado como sala cinematográfica?¿cuarenta, quizá cincuenta? No sabría decirlo y sinceramente sólo ahora -que en el marco del Festival Cultural de Tierra Adentro se ha programado nuevamente la proyección de películas en ese sitio- me he dado cuenta de que nunca antes me había pasado por la cabeza escribir algo sobre aquello, de cuando había cine en Aculco.

Tengo entendido que la compañía itinerante que por los años de 1950 llevó el cine a Aculco llevaba el nombre de "Atlas" y pertenecía (o por lo menos era dirigida en esta zona) a don Benjamín Monroy, oriundo según me han referido del vecino pueblo de Amealco, pariente de don Vicente Mendoza, presidente de nuestro municipio en varias ocasiones por aquella misma época. El cinematógrafo -un aparato enorme que se colocaba a nivel de piso, no en lo alto- era operado por don Margarito Ruiz Martínez, originario de Atlacomulco que terminó por asentarse en Aculco (se casó con María de Jesús Herrera Garrido, hija de don Antonio Herrera).

La empresa proyectaba sus películas -muchas de Jorge Negrete y Pedro Infante- los lunes a las 8 de la noche, en una única función semanal. Cada asiento costaba 50 centavos. Los carteles de las películas se colocaban con anticipación en una tabla en la pared del Portal de la Primavera y la publicidad se complementaba con una camioneta que recorría el pueblo y sus cercanías con un altavoz anunciando la película en turno y anticipando, si era el caso, "¡habrá balazos!". Tras la camioneta le gustaba correr a Napo, el entrañable Pitajá.

El salón, no demasiado grande por cierto, se llenaba a reventar. Para todos era un momento de gran emoción. Algunos niños trepaban a la azotea de la vecina escuela Venustiano Carranza (a la que estába anexo el teatro y a la que servía como salón de actos) para poder ver las escenas a través de las ventanas. Como mi abuelo era director de este plantel, se le nombraba interventor municipal para vigilar el desarrollo de la función y fiscalizar la venta de boletos para el pago de impuestos locales. En retribución por esa labor recibía dos boletos, de los que a veces cedía uno a mi padre, entonces muy joven, quien así pudo ver desde su butaca privilegiada las películas más emblemáticas del cine mexicano de la Época de Oro. Aquello no era ciertamente Cinema Paradiso, pero algo se le parecía.

Tiempo después otra compañía itinerante, el "Cine México", empezó a hacer competencia al "Cine Atlas". Las funciones se duplicaron y entonces era posible ir al cine en Aculco los lunes y los jueves. Pero pocos años más tarde esta actividad comenzó a decaer irremisiblemente ante el avance de la televisión. Según parece, cuando las compañías se retiraron de nuestro pueblo, don Margarito siguió presentando funciones por cuenta propia. Tuvo que enfrentar incluso la incomprensión de las autoridades municipales que dejaron de permitirle utilizar el Teatro Municipal y se vio obligado a trasladarse a Arroyozarco, donde ocupaba como sala el antiguo edificio del Despacho. No tardarían mucho en cancelarse también las funciones allá.

Pero todavía a fines de la década de 1970, en la feria de septiembre, solían instalarse en la plaza de la Constitución carpas en las que se proyectaban películas. Tengo el lejano recuerdo de haberme colado de niño a una de esas funciones, en la que se exhibía un filme de terror. Naturalmente sólo permanecí unos pocos segundos ahí dentro antes de escapar corriendo, muy asustado.

En fin, ahora que muchos de ustedes tendrán la oportunidad de disfrutar de las películas que se proyecten en el viejo teatro, al momento en que las luces se apaguen, recuerden a aquellas generaciones de aculquenses que muchos años atrás estuvieron ahí viendo cine, sus padres, sus abuelos, sus bisabuelos. Por un momento, quizá, podrán compartir aquella misma emoción de antaño con la que ellos miraban la pantalla.

POST SCRIPTUM: Me comenta mi primo Octavio que todavía a fines de la década de 1990 siguió habiendo funciones de cine, aunque con películas mexicanas de poca calidad.

viernes, 11 de marzo de 2016

A la orilla del camino / que llaman de Tierradentro...

La entrada de hoy en este blog Aculco, lo que fue y lo que es, no tiene otro fin más que copiar aquí el poema llamado "Romance* de Aculco" o "La Batalla de Aculco" (variante que muestran sus distintas ediciones), una composición del conocido autor Guillermo Prieto que forma parte de su Romancero Nacional (1885), y que no hay que confundir con otro de igual título, escrito por Rafael Ruiz Rivera del que antes hablé aquí.



Con su Romancero, Prieto intentaba llenar -afirma Ignacio Manuel Altamirano en el prólogo de la obra- "un vacío que existia en la poesía patria, en nuestra historia y en nuestros sentimientos", para crear "la Epopeya Nacional en una de sus varias formas, reuniendo en una colección de romances, todos los recuerdos históricos y tradicionales de la Independencia Nacional". Esto es, Prieto pretendía -de un tirón y con sólo sus poemas- darle a México una poesía épica y popular que por muchas razones no había surgido espontáneamente del propio pueblo. Aunque el intento hoy nos puede parecer un poco absurdo (y es muy obvio en sus composiciones que, lejos de rastrear auténticas leyendas y tradiciones populares sobre la Independencia, abrevó en los textos de los historiadores que podríamos llamar canónicos del periodo como Carlos María de Bustamante y Lucas Alamán), esta colección de romances es un buen ejemplo del nacionalismo literario de nuestro siglo XIX y del anhelo de los escritores de la época por crear patria.

El "Romance de Aculco" resulta curioso en varios aspectos. El primero, por la forma en que sus primeros versos ligan el pueblo al Camino de Tierra Adentro (vía que como todos sabemos le significó la incorporación a la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2010). También, por su mala descripción del pueblo, al que quizá Prieto ni siquiera conocía ("un conjunto de chozas que quiso llamarse pueblo"). Bien que conocía, en cambio, Arroyozarco, punto del que escribió en varias ocasiones y que no evitó mencionar aquí como referencia para sus lectores, pero intuyo que sobre todo como referencia para sí mismo.




La narración de la batalla del 7 de noviembre de 1810 en el "Romance de Aculco" es mala por poco clara, pero también porque falsea algunos hechos, como que el "intrépido Allende" retirándose "en concierto" (es decir, ordenadamente) salvó "carruajes, trenes (es decir, los bagajes y convoyes que los transportaban), tesoros, pertrechos de guerra inmensos". Por el contrario, Allende, escapó de Aculco en desbandada como el resto de los insurgentes y los carruajes, dinero, pertrechos y demás fueron capturados por Calleja. También es exagerada la afirmación de Prieto cuando dice "En las masas infelices ceba Calleja el despecho, e inmola su alma de hiena a rendidos prisioneros", pues como quedó claro en el texto publicado en este mismo blog acerca de la leyenda del "tamborcito de Valladolid", tan sólo tres prisioneros insurgentes capturados en Aculco fueron ejecutados poco más de una semana más tarde en San Juan del Río.
En fin, copio aquí el "Romance de Aculco" de Guillermo Prieto.

Romance: Combinación métrica de origen español que consiste en repetir al fin de todos los versos pares una misma asonancia y en no dar a los impares rima de ninguna especie (Diccionario de la R.A.E.).






ROMANCE DE ACULCO

A la orilla del camino
 que llaman de Tierradentro,
 que va entre inmensas llanuras
 cercadas á largos trechos
 por elevadas montañas
 y por empinados cerros,
 en una hermosa hondonada,
 de Arroyozarco no lejos,
 San Gerónimo de Aculco
 asoma el humilde aspecto.
 Es una verde llanura
 con unos pelados cerros,
 y es un conjunto de chozas
 que quiso llamarse pueblo,
 que el hábito no hace al monje,
 ni sirve para mi cuento.
 En la llanura, Calleja
 de Hidalgo se halla en acecho,
 porque así el virrey lo manda,
 y la orden tuvo en Querétaro.
 Hidalgo, desde las Cruces
 se retiró satisfecho,
y en medio, no ya de tropas,
 sí de tumultuoso pueblo,
 que celebrando victorias,
 mas sin rumbo ni concierto,
 coronaba las alturas
 desordenado y contento;
 pero gérmenes de muerte
 desarrollando en su seno
 están entre los caudillos
 las serpientes de los celos.
 De lo que Hidalgo concierta,
 Allende reclama el premio:
 uno detesta a los reyes
 y el otro al rey es afecto,
 mas la causa de las causas
 está en la tiniebla envuelto;
 aun tiene la historia sombras
 que no disipa el misterio
 y mucho hago levantando
 sólo la punta del velo,
que trastorna conjeturas
 y que confunde sucesos.
Cuando Calleja acomete
 se tornan tumulto inmenso
 el vasto campo de Hidalgo,
 sus trenes y sus guerreros,
 y se usurpa la sorpresa
 los lauros del vencimiento.
 Derrámanse en la llanura
 grupos de extraviado pueblo,
 como la tromba marina
 brota de la mar, barriendo
 las atropelladas olas
 que le salen al encuentro.
 Carruajes, trenes, tesoros,
 pertrechos de guerra inmensos
 intrépido salva Allende
 retirándose en concierto.
 En las masas infelices
 ceba Calleja el despecho,
 e inmola su alma de hiena
 a rendidos prisioneros.
 Hidalgo se encuentra aislado,
 y sigue firme y resuelto
 a Valladolid su marcha,
donde pronto le hallaremos.
Allende, con lo que salva
 de sus bravos compañeros
 a Guanajuato se lanza
 en rápido movimiento.
 Calleja al virrey escribe,
 vano, orgulloso, contento:
 "la insurrección es vencida;
 "ya la insurección ha muerto;"
 y así afirman los serviles
 entre entusiastas festejos,
así, cuando se percibe
 de pronto un claro de cielo
 y los relámpagos cruzan
 en nubarrones dispersos,
 no se mira que otras nubes
 que retumban a lo lejos
 como flotando esparcidas
 empujadas por los vientos,
 harán más recio el estrago
 si invaden de nuevo el cielo,
 estremeciendo la tierra
 con su retronar violento...

_____

En pos de Allende, Calleja,
dejando á Hidalgo, va presto,
y renueva Guanajuato,
en el formidable encuentro,
del horror de Granaditas
los sucesos estupendos;
pero esta vez la fortuna
condenó á martirio al pueblo.

domingo, 6 de marzo de 2016

Por los cielos de Aculco

De unos meses para acá hemos podido admirar diversas fotografías y videos de Aculco tomados desde el aire, publicados tanto en Facebook como en Youtube. Algunos de ellos han sido captados por medio de drones y otros más desde los globos aerostáticos que apenas en febrero pasado empezaron a prestar servicios al público. Sin duda, el observar el pueblo desde las alturas tiene un atractivo especial, incluso para quienes estamos más familiarizados con él: nos ofrece nuevas perspectivas, permite atisbar hacia rincones habitualmente fuera de nuestra vista, ayuda a comprender mejor su trazo, sus construcciones y espacios, nos revela sus verdaderas proporciones y, en suma, enriquece de muchas maneras nuestro conocimiento de Aculco.

Aunque ninguno de los videos y fotografías que incluyo en este post son míos, quiero mostrárselos agrupados aquí y por lo menos aportar algo de mi parte al comentar algunos de sus detalles que me parecen interesantes.

 

ACULCO EN 2005

Esta primera fotografía, que muestra la Plaza de la Constitución y calles aledañas en dirección noroeste-sureste, fue publicada por la presidenta municipal de Aculco en su cuenta de Facebook el pasado 31 de enero. Sin embargo, se trata de una imagen tomada posiblemente en la primera mitad del año 2005, pues aparece una manta con propaganda política para las elecciones de gobernador del Estado de México de ese año y se advierten también algunos cambios -buenos y malos- que ha sufrido el pueblo en la última década. Por ejemplo, puede notarse que el claustro del convento (esquina superior izquierda) aun no había sido techado con la deplorable cubierta industrial que hoy tiene, la casa de la Plaza de la Constitución número 15 aún no se había convertido en el actual agradable Hotel Jardín, la casa del Portal de la Primavera aun no había sido restaurada, etcétera.

 

GLOBOS SOBRE EL PUEBLO, FEBRERO DE 2016

De la página de Facebook de Volando México Balloons tomé estas imágenes de los primeros vuelos que ha organizado esta empresa en nuestro municipio. Me ha costado trabajo seleccionarlas, ya que en realidad son todas muy hermosas y les recomiendo que ustedes mismos las vean todas en aquel sitio. La dirección del vuelo (de este a oeste) y la iluminación del sol temprano por la mañana nos permiten admirar el ábside de la parroquia de San Jerónimo y sun fachada norte con sus grandes contrafuertes en las dos primeras fotografías. Las siguientes dos imágenes son vistas panorámicas desde mayor altura que permiten ubicar al pueblo con el cerro de Ñadó y el cerro del Tixhiñú al fondo como figuras tutelares. La última imagen muestra la parte baja del pueblo, la vega regada por arroyos que es uno de sus activos ecológicos y que debería preservarse, incluso impidiendo construcciones como la del plantel de la Universidad Mexiquense del Bicentenario (si no me equivoco - NOTA: Sí me equivocaba, por lo menos en parte es el nuevo Centro de Atención Integral a la Mujer, inaugurado el pasado 7 de marzo) que destaca en primer plano, situada en una zona de riesgo susceptible a inundaciones.

 

FOTOGRAFÍAS TOMADAS CON UN DRON, FEBRERO DE 2016

Gracias a la página de Facebook de Aculco Ranch de Espinoza conocimos esta seria de fotografías tomadas por la empresa GA-Drone hace apenas unos cuantos días. Esta forma de tomar fotografías aéreas naturalmente permite un mayor acercamiento, variar el ángulo o dirección con más libertad que las fotografías tomadas desde globos. Las tres primeras fotografías -de la parroquia de San Jerónimo y el ex convento franciscano anexo- permiten ver esto con claridad, al presentar la fachada desde distintas alturas que ayudan a comprender muy bien su ubicación, distribución de sus espacios, etcétera. Es curioso, por ejemplo, que a nivel de piso no resulta tan fácil percatarse de que el atrio no es perfectamente rectangular, sino trapezoidal y que el templo, perfectamente alineado de oriente a poniente, no corresponde sin embargo con la alineación de la mayoría de las calles del lugar. Las siguientes tres fotografías de este grupo muestran la Plaza de la Constitución desde dos diferentes alturas en dirección al poniente. Se puede observar aquí también que los costados norte y sur de este espacio no son paralelos, lo que seguramente es evidencia de que el trazo de calles y manzanas del pueblo no se hizo de una sola vez en su origen, sino que fue el efecto de la alineación informal a través del tiempo o por lo menos de distintas etapas urbanizadoras. Un ejemplo de cómo se fue dando esta conformación es el edificio del Palacio Municipal, pues consta en documentos que ese terreno no fue edificado sino hasta la segunda mitad del siglo XVIII, es decir, fue hasta entonces parte de la plaza. La última fotografía corresponde a la cascada del Tixhiñú.

 

VIDEO TOMADO CON UN DRONE, AGOSTO DE 2015

Aculco con encanto

Ayer estuve en Aculco jugando con mi drone.

Posted by Miguel Villa on lunes, 10 de agosto de 2015

Este video de Miguel Villa Andrade me parece particularmente hermoso. Cuando lo vean, procuren configurarlo para que lo admiren en alta definición. Tomado al caer la tarde (el mejor momento para observar la fachada de la parroquia), con el campo verde a mitad del verano y en un día de no mucho tránsito de automóviles, presenta prácticamente una vista de 360 grados desde el centro de Aculco. Lo único que afea las tomas es la carpa levantada en el atrio.

 

¿UN AEROPUERTO DE DRONES?

Pero si todo lo anterior les ha llamado la atención, seguramente esta noticia les sorprenderá más: la empresa Aeropuerto Drone, que se anuncia como una "red de aeropuertos exclusivos para drones civiles" ha anunciado la próxima apertura de sus primeras instalaciones justamente en nuestro Aculco. En su página de internet www.aeropuertodrone.com aseguran que:

Aeropuerto Drone es un concepto aeronáutico de nueva generación creado por un grupo de visionarios ingenieros e inversionistas en apoyo a investigadores, académicos, empresas y organismos públicos con el fin de que puedan conocer, desarrollar, probar y volar su Drone en un espacio controlado y seguro para ello. La tecnología Drone sigue madurando y necesita ser probada para continuar su comercialización.

Y acerca de las razones por las que eligieron Aculco, añaden:

La localización geográfica del Aeropuerto Drone atiende a condiciones demográficas, meteorológicas (vientos, techos de nubes, visibilidad y temperaturas), datos climatológicos, estudios topográficos, hidrográficos, de impacto ambiental y de complementación al desarrollo urbano. Aeropuerto Drone está fuera del trayecto de aviones comerciales y de carga respetando la normativa; construye sus instalaciones a mas de 5 km. de distancia de aeropuertos y helipuertos, lejos de zonas de tiro y libre de interferencias parasitarias externas tales como suelos ferrosos, canalizaciones metálicas, cables eléctricos, lineas de alta tensión y antenas o repetidoras de radio. La relativa cercanía de hoteles, restaurantes, bancos, tiendas, atracciones locales y servicios públicos es para la comodidad de miembros y visitantes internacionales. El primer Aeropuerto Drone en América Latina atiende a los Estados de México, Querétaro, Hidalgo y Ciudad de México con Altitud: 20° 5' 46.4" N y Longitud: 99° 48' 36.2" W. Su declinación Magnetica es de +5° 17' ESTE, cambiando 0° 7' W/año, es decir, declinación POSITIVA e inclinación: 47° 54' con fuerza de Campo Magnetico: 41069.2 nT y 2,440 metros sobre el nivel del mar. Zona de clima semifrío, subhúmedo con lluvias en verano y con temperatura media anual es de 13.2 ºC.

De acuerdo con las fotografías satelitales que presenta el mismo sitio, la ubicación precisa de este aeropuerto es un terreno situado entre la cabecera municipal y Santa María Nativitas, a un costado del rancho El Suspiro y al norte del rancho La Maroma. Es decir, justo a un lado del camino que lleva de la carretera Santa María-Aculco al hotel La Esperanza, que curiosamente es el sitio desde el que despegan los globos aerostáticos de los que hablamos antes.

En fin todo lo anterior debe llevarnos a reflexionar acerca de la conservación de los atractivos y características que hacen de Aculco un punto adecuado para este tipo de vuelos. A nadie le gustaría volar en globo o hacer despegar un drone equipado con cámara para observar sólo un conjunto urbano mal planeado, azoteas llenas de tinacos y antenas o cientos de casas de tabicón a medio terminar (un paisaje que tristemente ya es común en casi todos los pueblos de nuestro país). Véase si no la foto siguiente que he querido dejar justamente para el final. Ahora que los habitantes de Aculco empiezan a cobrar conciencia de lo que el turismo puede aportar a la economía local, es también momento de comprender que sólo la preservación de esos atractivos naturales, arquitectónicos y urbanos hará sostenible esa actividad.