miércoles, 16 de octubre de 2019

Cuando los peregrinos queretanos adquirieron "El Despacho" de Arroyozarco

Hace cerca de dos años, mi primo Octavio Lara Chávez me compartió unas páginas tomadas de El Peregrino, un periodiquito de la Asociación de Peregrinos Queretanos al Tepeyac, unión que como muchos de ustedes saben compró el antiguo edificio arroyozarqueño conocido como "El Despacho" (el cual en el siglo XVIII era llamado la "Casa del Mayordomo"). Precisamente, el texto y las fotografías de esa publicación nos hablan escuetamente de las reparaciones llevadas a cabo en el inmueble para que cumpliera con su función de albergar cada año a los peregrinos a su paso por Arroyozarco, en camino hacia la Basílica de Guadalupe. Aunque este tema merece una entrada mucho más extensa y detallada en el blog, que algún día espero escribir, me gustaría mostrarles ahora las fotografías y transcribir literalmente el texto, antes de que pase demasiado tiempo y estos datos caigan en mi olvido:

 

Gira de trabajo de la Directiva en Arroyo Zarco

El día 6 de enero la Directiva de la Pía Unión de Peregrinos de a Pié de Querétaro al Tepeyac llevó a cabo una inspección en la finca de Arroyo Zarco, a fin de programar y dotar de los materiales necesarios para las obras que se realizan en el presente año, entre ellas destacan el aplanado de el "Salón Grande" que se dotará de ventanas y pintura.

También se piensa en el aposento de los señores sacerdotes, tanto en los dormitorios como en el comedor, con una readaptación, los sacerdotes tendrán un lugar más cómodo para tomar sus alimentos y descansar.

El mismo día, realizada la inspección, se trasladaron al pueblo de Aculco del Estado de México, para hacer los pagos correspondientes de las contribuciones de la mencionada finca.

A partir de e4sta fecha los directivos estarán en la finca cada fin de semana parab supervisar el avance de estas obras y liquidar a los trabajadores que las realicen.

Hacemos un llamado desde esta columna a los hermanos que tienen aposentos en dicha finca, para quen con tiempo hagan las reparaciones necesarias y los que están construyendo pongan empeño en su obra para que esté terminada para el mes de julio.

Vemos con entusiasmo el trabajo que realiza la directiva y hacemos mención especial de nuestro Vice Presidente el hermano Baltazar Durán, que el día de su onomástico lo pasó trabajando en la supervisión de estas obras, y le enviamos desde aquí un afectuoso saludo.

En Arroyo Zarco, la directiva aparte contar con la gran ayuda de un grupo de peregrinos que en todo el año trabajaranon en la reconstrucción de la Finca. Ahora se cuenta también con la colaboración en esta obra, con las hermanas peregrinas y vemos con verdadero agrado el entusiasmo que están poniendo los niños, tomando la pala y la carretilla como se ve en las gráficas.

No sé en realidad en qué momento y circunstancias los peregrinos compraron este inmueble. Una nota que hallé en un periódico español, El Noticiero Universal, correspondiente al 18 de junio de 1954, indica cuál fue probablemente una de las fuentes de financiamiento:

El matador de toros Rafael Rodríguez ha cubierto de su peculio el costo del material de una película que de la peregrinación de Querétaro tomará el camarógrafo Carlos González. Esta película se venderá a una casa distribuidora y lo que por este concepto se recaude se empleará en la construcción de la Casa del Peregrino, en Arroyozarco.

"A reserva de homonimias", apunta mi primo Octavio, "Rafael Rodríguez sería el torero hidrocálido al que apodaban el Volcán de Aguascalientes (y que para el cronista Carlos León, fue el Cavernario de Aguascalientes). Y Carlos González, el fotógrafo cuya familia (descendientes) donó su acervo a la universidad Iberoamericana, y que en meses pasados (2023) desató la indignación de los aficionados taurinos por cancelar una exposición".

Sobre la historia de la peregrinación de Querétaro que anualmente visita Arroyozarco y ha hecho de este sitio la culminación de una de sus principales etapas, les dejo este fragmento del texto escrito por Carlos Daniel Marino:

Peregrinación de Querétaro

La Diócesis de Querétaro ofrece de nuevo este ramo de humildes flores brotadas de su seno al calor del corazón Amorosísimo de María

Lic. Carlos Daniel Marino

Investigador

Julio del año 2003 se cumplen 117 años desde que S. E. R. Dr. D. Rafael Sabás Camacho originó la primera salida hacia el cerro del Tepeyac, quien también se distinguió entre los Obispos mexicanos de su tiempo a causa de su entusiasmo por el culto a la Santísima Virgen de Guadalupe, decretó la primera peregrinación diocesana el año 1886.

Ya entonces cada una de las diócesis de la República tenía señalado un día de cada año para celebrar o hacer celebrar una función en la Colegiata Nacional de nuestra Señora de Guadalupe; pero aún no se generalizaba la práctica de que con tal motivo se dispusieran peregrinaciones diocesanas.

El expresado Prelado, nuestro III Obispo expidió una invitación a todos los fieles del obispado, para que tomaran parte en la peregrinación, la cual se verificó el día 8 de septiembre de dicho año.

Según una publicación correspondiente a los 50 años de haber comenzado la misma indica que no han faltado interrupciones en la peregrinación; pero sólo han acaecido en poquísimos años: en 1914, 1915 Y 1916 no pudo verificarse, por que todo el país estaba turbado, a causa de la revolución constitucionalista; tampoco pudo organizarse los años 1927 y 1928, durante los cuales el culto público estaba suspenso por orden del Episcopado Nacional, en toda la República.

Puede decirse que, excepto esos pocos años, en todos los demás no ha dejado la Diócesis de ir en peregrinación a visitar a la Santísima Virgen de Guadalupe en su Santuario del Tepeyac. Es verdad que algunas veces, a causa de la inquietud pública, los Prelados anunciaban a los fieles que no los invitaban a la peregrinación; pero al mismo tiempo decían que sería muy grato que emprendieran el camino todos los que pudieran hacerlo; y aun nombraban Comisiones que representaran a toda la Diócesis. Al cumplirse, pues más de Un Siglo de establecida tan piadosa práctica, justo es dar gracias a Dios nuestro Señor, de quien todo bien procede, por habernos concedido esta gracia tan señalada.

Y para que el himno de nuestra gratitud sea más ferviente, hemos hecho estos sencillos apuntes, dando una mirada retrospectiva por el largo período de esos 117 años, a fin de recordar los rasgos sobresalientes de nuestras devotas peregrinaciones. Estando no solo en el centro de la Ciudad sino en distintos pueblos he podido experimentar la sensación que se vive en todos los corazones Guadalupanos de los fieles en Querétaro, no cabe duda de que es un sacrificio sumamente meritorio hacer a pie el largo camino que conduce no solo de Querétaro sino desde los pueblos en las sierras a México, especialmente tratándose de personas no acostumbradas al maltrato y a las privaciones, de ancianos delicados, tiernos niños y aun débiles mujeres.

Ahora bien, personas de todas clases suelen hacer esta peregrinación, a la que voy a dedicar esta pequeña investigación. Saliendo de las sierra los peregrinos demoran ocho días para llegar a Querétaro mas otros ochos días hasta la Basílica, con un total de diez y seis días caminando. Las mujeres salen un día antes por lo que a ellas se les contabiliza un día más. Se dejó entendido que las jornadas suelen culminar en Pedro Escobedo, San Juan del Río, Polotitlán, Arroyozarco, San Francisco Soyaniquilpan, Tepejí del Río, Tepotzotlán finalizando su caminar en la Villa de Guadalupe.

Al principio solían carecer de la Santa Misa antes de partir, hoy en día cuentan con un Autobús Capilla que entre otros transportes especiales los acompañan en el recorrido. En cuanto al número de peregrinos para este año se calcularon más de 28.000 fieles con cinco grupos más que el año pasado. Desde primera peregrinación a pie de la que se conservan noticias, hasta el presente, nunca han faltado personas caritativas que han proporcionado a los peregrinos bondadosa hospitalidad, atención médica ambulante, alimentos, agua, asistencia vial, entre otras. En verdad estas personas que se apiadan de los peregrinos en su paso por distintos pueblos se merecen el homenaje de toda una gratitud, es imposible citar nombres de todos los bienhechores, pues no se llegan a conservar salvo algunos de notables participación en la misma.