martes, 6 de abril de 2010

No hay esperanza

Hace tres meses, cuando anuncié en este mismo blog que estaba decidido a no escribir una linea más sobre Aculco, hablaba con sincera determinación, pero también con la bien fundada esperanza (así lo creía yo) de que mi trabajo por el pueblo había alcanzado su meta. ¿A qué más podía aspirar? Había logrado llamar la atención de las autoridades municipales, del INAH y de la UNESCO acerca de la importancia del patrimonio arquitectónico aculquense. El pueblo formaba parte ya de los sitios del Camino Real de Tierra Adentro cuya incorporación a la lista del Patrimonio Mundial será discutida en julio próximo. Había ya un compromiso de las aitoridades del INAH, estatales, interestatales (CONAGO), federales y municipales por preservar el legado histórico aculquense....

Esa fue una, entre muchas otras, de las razones por las que abandoné el blog "Aculco, lo que fue y lo que es". Tal vez se me podrá juzgar de ingenuo, pero quizás mi enorme anhelo por que esto se convirtiera en realidad me hizo creer que Aculco por fin se había salvado de los destructores de su belleza y de su historia, y que mi aportación cotidiana podría resultar ya estorbosa e incluso contraproducente para ese fin (dados los muchos enojos y enemistades que ha provocado). Tal vez, como me había sugerido Edgar Urbán, (coordinador para la elaboración del expediente Técnico del Camino Real de Tierra Adentro), era ya tiempo de conciliar.

Pero estuve por unos días en el pueblo y me he dado cuenta de que el patrimonio aculquense sigue siendo destruido, abandonado, modificado y dañado con impunidad total, y que muy probablemente ni leyes ni declaratorias lograrán ya detener esta tendencia que, por cierto, es la misma en todo México. Me creo por ello obligado, aunque sea por un momento, a romper mi determinación de hacer a un lado estos temas. Ahora ya no creo, como antes, que mi labor por la defensa de ese patrimonio ha tenido un buen término, sino más bien que ha sido completa y demostradamente inútil.

Muy probablemente la inclusión de Aculco en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO ocurrirá en el mes de julio tal como está programado; los aculquenses (empezando por el Ayuntamiento) festejarán como si de verdad merecieran este reconocimiento y continuarán destruyendo el pueblo con la misma felicidad. El tiempo correrá y llegará un día no muy lejano en el que mucha gente comenzará a preguntarse cómo fue posible que se incluyera en la lista del Patrimonio Mundial un pueblucho que ya entonces contará con muy poca de su autenticidad arquitectónica, apenas algún edificio de valor. Quizá entonces la propia UNESCO se percatará también de esto, sacará a Aculco de su lista, el escándalo mediático por la dejadez de las autoridades de nuestro país durará tres días, y todo el mundo olvidará después que hubo un día en que Aculco fue un pueblo digno de ser conservado. Acaso unas viejas fotografías, quizá también este blog, podrán demostrarlo a los escépticos.

Y va el botón de muestra de esta situación: algo de lo que Aculco ha perdido en los últimos meses.



EN EL ABANDONO. Una de las más bellas panorámicas de Aculco es la que se tiene desde la Plaza del Ojo de Agua, desde donde es posible contemplar el escalonamiento de construcciones antiguas que se da por el denivel entre la Plaza de la Constitución y la calle Corregidora. Entre estas construcciones, destacan las galerías porticadas de varios de los inmuebles que, lamentablemente, han sufrido un acelerado deterioro. En la foto, las caídas galerías de la Casa de don Evodio Ángeles fotografiadas hace unos días.





DESTRUIDO. Hace varios meses se comenzaron a retirar algunas secciones de la ya algo deteriorada (pero íntegra) cubierta de la segunda planta del portal de peregrinos del ex convento, con el fin, decían, de efectuar una restauración a cargo del CONACULTA y autorizada por el INAH. Pero ahora parece seguro que no era esa la verdadera intención: el párroco pretendía convertir ese corredor alto en un gran salón, alterando así completamente su sentido original. Parece ser que el Centro INAH Edomex suspendió esta obra, pero para variar, era ya demasiado tarde: toda la techumbre original de madera, piedra y ladrillo había sido demolida. La obra permanece en el estado que muestra la fotografía, como otro monumento más a la estupidez.



EN LA MIRA. Esta sencilla casa de dos plantas, a un costado de la casi desaparecida Casa del Puente, se encontraba en buen estado de conservación hasta hace unos meses. Ahora se ve como en la foto: destechada y con la huella de muros demolidos en su interior. Sorprende verdaderamente que en el momento en el que Aculco pretende convertirse en Patrimonio Mundial, las autoridades municipales que tienen su sede justo enfrente de esta casa autoricen su demolición. O peor aún -si es el caso- que permitan que un inmueble histórico se demuela sin licencia.


INICIANDO SU DETERIORO. La techumbre de la planta alta de la casa del Portal de la Primavera, en plena Plaza de la Constitución, ha sido retirado. Nada indica que se pretenda reponerlo o repararlo. ¿Será éste el inicio del deterioro de uno más de los edificios antiguos de nuestro pueblo?




FALSA NOBLEZA. Hace unos meses hablábamos del Hotel Chávez, refiriéndonos a su altura que excede lo dispuesto en el Bando Municipal de Aculco. Por lo demás, la fachada conserva buena parte de su aspecto original e incluso el ilegal tercer nivel mostraba una disposición de vanos idéntica a la de la segunda planta antigua, con lo que conseguía armonizar con ella. Lo que ha roto ahora esa armonía es el ridículo y disneylandesco remate formado por esmirriadas almenitas y un escudo de armas que, por supuesto, sólo responde a noblezas imaginarias.


LA INCÓGNITA. La antigua casa de la Plaza de la Constitución no. 15, conocida también como casa de don José María Sánchez Silva, fue adquirida hace algunos años, después de que sus dueños anteriores vendieran a un anticuario queretano lo que era quizás su mayor atractivo: el bello y vetusto mueble de la tienda, el único que se conservaba íntegro en el pueblo. Por lo demás, la casa ya había sido muy alterada en su interior a mediados del siglo XX, y después en la década de 1980. A pesar de ello, conservaba su sobria fachada (alterada por la ridícula construcción de un nuevo portal) y numerosos vestigios de la obra colonial y del siglo XIX. Ahora, la casa está siendo convertida en Posada Familiar, obra muy loable, pero surge la duda: ¿el proyecto cuenta con la aprobación del INAH? Yo no apostaría por ello.




EL ÚLTIMO VESTIGIO. De la casa de don Abraham Ruiz, uno de los dos fragmentos en los que fue dividida desde el siglo XIX la portentosa Casa de los Terreros, no se conservaba ya más que el salón techado con hermosas vigas de cedro que antaño acogió la oficina de correos, así como el mirador con un par de columnitas de cantera rosa que se levantaba sobre él. Era todavía, sin duda, un fragmento valioso de aquella vieja y hermosísima casa, que bien pudo haberse conservado e incluso integrado a una nueva construcción. Pero sus propietarios decidieron echar más de dos siglos de historia por tierra, contribuyendo así a envilecer un poco más el rincón más deteriorado del centro de Aculco.




TRAS LA SACRISTÍA. Anteriormente, la vista posterior del ex convento nos permitía contemplar íntegramente el ábside del templo, así como la fachada de la sacristía con sus balcones y bellas rejas, contrafuertes, y piedras hermosamente patinadas por el tiempo. La construcción de este salón de dos plantas ha roto con esta visual y constituye un agregado discordante, una construcción parásita que nunca debió ser autorizada. Pero lo más seguro es que ni siquiera se haya solicitado un permiso al INAH.


UN CAOS DE ALTURAS, ESTILOS, TEXTURAS. El tramo final de la calle Aldama, cerca de su entronque con la Avenida de los Insurgentes, venía deteriorándose poco a poco desde tiempo atrás. Sin embargo, en los últimos seis meses (es decir, con posterioridad a la visita de los funcionarios de la UNESCO a Aculco), se ha permitido que estas transformaciones alcancen un grado ya sumamente alarmante. Arriba, una fotografía de agosto de 2009 obtenida a través de Google Steet View. Abajo, el mismo tramo de calle fotografiado en marzo de 2010. Nótese la cantidad de agregados constructivos en las casas que todavía hace menos de un año mantenían por lo menos una altura uniforme. Si se observa con cuidado se notará además que la casita antigua de una planta, con paredes de piedra y techos de teja, ha desaparecido para dar paso a la construcción de tres plantas que se ve en la foto inferior.



WELCOME TO ROTOPLAS CITY. ¿Hace falta alguna explicación?

No tengo ningún fundamento para creer que que la denuncia pública de estas atrocidades tendrá algún efecto legal o material en beneficio de Aculco. Ya se ha visto -y está plenamente demostrado en este blog- que los funcionarios del Centro INAH Edomex sirven para dos cosas, y ninguna de ellas es cuidar nuestro patrimonio arquitectónico. Dirán ellos, como ya lo han dicho antes en otros casos de destrucción del patrimonio aculquense, que sí otorgaron licencias, que ya estaban estos sitios destruidos desde antes, que va a quedar mejor, que las obras cumplen con todas las normas y otras de sus habituales mentiras.

No hay esperanza.

ACTUALIZACIÓN

La última semana de abril de 2010, el personal de monumentos históricos del Centro INAH Estado de México llevó a cabo la suspensión de las obras incluidas en este post y algunas más de las cuales el autor no tenía conocimiento. Les tomó tres burocráticas semanas tomar cartas en el asunto, pero vemos ahora una actitud levemente alentadora ya que se han decidido a poner sellos en las construcciones y destrucciones ilegales.

En fin, de vuelta al blog, por lo menos hasta que el pueblo quede efectivamente protegido por la declaratoria de la UNESCO.