lunes, 30 de noviembre de 2020

Lo útil no está peleado con lo bien hecho

No voy a cuestionar en absoluto la necesidad de cámaras de vigilancia en Aculco. Por el contrario, su instalación significa un avance importante en medio de la situación de inseguridad que vive nuestro municipio, que a todos nos preocupa y a todos nos afecta. Ojalá muy pronto se instalen las cámaras necesarias no sólo en la cabecera, sino en todos los lugares del municipio que sufren cotidianamente los daños de la delincuencia. Muchas cámaras bien ubicadas seguramente serán un disuasivo para las actividades ilícitas, como ha ocurrido en otras poblaciones del país.

Sin embargo, lo necesario no debe estar peleado con lo bien hecho. Hace unos días, vimos la instalación de un enorme poste plateado en la esquina sureste de la Plaza de la Constitución para una cámara de vigilancia que, por sus proporciones, materiales y ubicación, lastima muy desagradablemente el principal activo de Aculco en el ámbito turístico y patrimonial, que es su cuidada imagen urbana. Es más, sus cimientos de concreto se colocaron en pleno arroyo cerca de un cruce importante, con el riesgo que esto implica para los automóviles. Es muy lamentable que la instalación de este sistema tan útil maltrate un espacio emblemático como es ese, al lado de los portales, en la unión entre las dos plazas, junto al reloj público. Sin duda deben existir opciones de ubicación menos agresivas con el entorno arquitectónico. Me atrevo a decir que una instalación discreta en la torre del reloj habría sido igual de efectiva, menos desafortunada y mucho más económica.

Con mucha frecuencia, cuando se ejecutan obras que, como esta, desentonan con lo que Aculco es y ha sido, me han comentado que "es que así se hace en otras partes". Debemos empezar a entender que aunque algo se haga de cierta manera en otros lugares de México, no tiene por qué hacerse igual en nuestro pueblo. De hecho, si algo distingue a Aculco es justamente que es diferente: que las modas que acabaron con la imagen de innumerables pueblos del país convirtiéndolos en lugares mas parecidos a los barrios pobres de la Ciudad de México, no tuvieron eco aquí y eso lo ha mantenido bello. Entendámoslo: Aculco es diferente y se deben abordar sus problemas de manera diferente.

Somos muchos los que nos preocupamos por la imagen de Aculco. Son muchos los propietarios que, con el fin de mantener la armonía del pueblo, sacrifican comodidades y evitan adiciones modernas, sabiendo que conservar el pueblo con su aspecto tradicional nos beneficia a todos. Cuando desde la autoridad se daña dicha imagen, representa casi una ofensa a los esfuerzos de todos los demás interesados en esa conservación.

Ojalá en un futuro no muy lejano las autoridades rectifiquen este despropósito. Hoy Aculco es posiblemente un poco más seguro gracias a esa cámara, pero sin duda alguna es también un poco menos hermoso.