Las cruces atriales de la región de Jilotepec - Huichapan son verdaderamente imponentes. Precisamente las de estas dos cabeceras destacan entre todas, tanto por su antigûedad como por su estética y monumentalidad, pero a lo ancho de toda la geografía de lo que hoy es el noroeste del estado de México, el suroeste de Hidalgo y el sur de Querétaro abundan los ejemplos de cruces atriales notables.
En el municipio de Aculco, las cruces atriales más importantes son, din duda, las de Nenthé, probablemente del siglo XVI y con labrados que representan los símbolos de la pasión, la de pedestal muy elaborado de Santa María Nativitas, de 1678, y la de San Lucas Totolmaloya, con relieves de carácter vegetal de fuerte sabor indígena.
La parroquia, por supuesto, contó con su propia cruz atrial. Consta en antiguos documentos del Archivo Parroquial que hacia 1708, al mismo tiempo que se construía el claustro del convento, se puso "la cruz del cementerio", es decir su cruz atrial. Pero seguramente se trataba de la segunda, ya que desde el siglo XVI debió existir una.
Desafortunadamente la cruz atrial de la parroquia de Aculco no llegó a nuestros días. O más bien eso parece, pues dos cruces que aún existen podrían haber ocupado ese lugar en el pasado y más tarde habrían sido colocadas en su emplazamiento actual.
Una de ellas es la ya reseñada cruz atrial de Nenthé, aunque por sus características pensamos que no puede tratarse de la cruz colocada en 1708 ya que parecer ser más antigua. Acaso, se trataría de la primera cruz atrial de la parroquia, colocada en el siglo XVI.
La segunda "candidata" es la cruz que actualmente luce empotrada en la torre de la parroquia, a la que antes no había prestado atención por estar colocada sobre una lápida del año 1900, pero que al observarla con detenimiento se advierte no tiene mayor relación con ella.
Como puede verse en la fotografía, el estilo de esta cruz, apegado al barroco entablerado, parece coincidir mejor con la fecha de 1708 para su elaboración. Se puede suponer que la placa de 1900 y la cruz fueron empotradas al mismo tiempo en este lugar, dado que existe continuidad en el material de aplanado que las rodea. Sin embargo, es notorio que el tipo de piedra es muy distinto, de un tono café claro para la cruz y rosa intenso para la placa. Si se observa con cuidado, sobre todo en la parte del travesaño, se advertirá que la cruz no está labrada como relieve, sino que se trata de un elemento exento. Esto se ve confirmado en la parte baja de la cruz, donde aparece un cambio en la pátina de parte de la espiga que se introducía en un pedestal.
Por estas razones y por sus grandes dimensiones - cerca de dos metros y medio, calculo - creo muy posible que ésta haya sido la verdadera cruz atrial del siglo XVIII de la parroquia de Aculco.
Fachada de la parroquia de Aculco. La cruz aparece empotrada en la base del campanario.
Aprovecho este espacio, para comentar algo. hace tiempo me comentaron que el "Presidente Y su Grupo" determinaron que ya el dia de "PLAZA" en Aculco dejaria de ser el dia domingo. QUE LE PASA Sr. Venancio. Uno que esta fuera de nuestro Aculco extraña los dias domingo donde acompañabamos a nuestra madre a hacer las compras para la semana (viveres) toda una tradicion, esto es tener raices y añoranza...IDENTIDAD.
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