En los últimos meses he escrito en este blog varios textos acerca de varias cosas interesantes que hallé en mi más reciente visita al pueblo de La Concepción, uno de los más atractivos natural y culturalmente del territorio municipal de Aculco. Esta vez continuaré hablando del mismo lugar, con mayor precisión de un antiguo edificio hoy casi en ruinas que nos refiere a algunas de las tradiciones más características de la cultura otomí en los siglos del virreinato.
Se trata de una capilla-oratorio familiar. Esto es, un tipo de construcción de culto familiar y privado que fue característico de los pueblos otomianos después de la conquista española, y del que podemos encontrar ejemplos en toda la geografía mexicana por la que se extienden las etnias otomí, mazahua, pame, etcétera: un territorio que aproximadamente va del Valle de Toluca al sur hasta el inicio de la Sierra Gorda por el norte, y desde el río Lerma por el suroeste hasta la sierra de Hidalgo por el noreste. Según algunos investigadores, en estas capillas se rendía culto a los antepasados, a los xhitas (viejos), los fundadores de un linaje, y formaban parte del solar en que se levantaba la vivienda. Aunque muy abundantes, solamente en sitios como Tolimán, Querétaro (donde hay más de 250 y se les considera patrimonio inmaterial del estado con la denominación de "capillas oratorio del valle sagrado otomí"), y en las cercanías de San Miguel de Allende, Guanajuato (donde existe un recorrido por la que llaman "ruta de las capillas de indios", que incluye algunos templos de este tipo) se les ha prestado verdadera atención, se les ha inventariado puntualmente y se han sometido a estudio y restauración. En el municipio de Aculco existen todavía varios ejemplos, según nos muestra el Catálogo de Monumentos Históricos del INAH aunque, he de ser franco, nunca he visitado casi ninguno de ellos. Algunas muestran ser casi tan monumentales como las capillas de Tolimán, que son las mejor construidas de todas las que se conocen.
El oratorio del que quiero platicarles no es, ciertamente, una gran construcción. Se levanta aislado a poco más de 500 metros en línea recta al noroeste de la capilla principal del pueblo, en la falda de una loma de suave declive. Es una construcción pequeña, mide quizá unos seis metros de largo por unos cuatro de ancho, de planta rectangular y su técnica constructiva a base de piedra blanca ya amarillenta por los años, lodo, cal y cubierta de teja a un agua sobre vigas de madera, no la hacen destacar mucho de las edificaciones habitacionales más antiguas del sitio. Sólo la entrada (su único vano), que mira aproximadamente al sur, le presta distinción y permite advertir que no se trata de una vivienda sino de un edificio destinado al culto.
Esta portada, de cantera color café claro, de poca altura, se alcanza por medio de tres gradas formadas por piedras burdas que en su momento se hallaban sin duda mejor colocadas que ahora. Sus jambas parten de bases toscamente molduradas y rematan en impostas casi idénticas a ellas. Las jambas no son totalmente rectas, sino que muestran una curvatura que hace más ancho el vano aproximadamente desde un tercio de su altura y que se continúa en el cerramiento con un arco formado por dos grandes piedras que se unen directamente al centro sin que medie una clave.
Como decía antes, el oratorio está actualmente aislado, pero con un poco de observación es posible distinguir los restos de otros elementos que lo acompañaban: a la izquierda de la entrada, por ejemplo, y separada unos metros del muro, se encuentra una roca sobre la que una serie de piedras dan forma a un rústico nicho, lo que recuerda inmediatamente los pedestales de las cruces atriales de la región y los nichos que suelen estar practicados en ellos y en los que se colocan ofrendas. Asimismo, en el muro poniente de la capilla se distinguen los mechinales que apoyaron seguramente un tejado de poca altura.
A simple vista podría parecer que la portada es el único ornamento de la capilla-oratorio familiar, Sin embargo, existe otra piedra labrada colocada en uno de sus ángulos, a baja altura, inmediatamente sobre el cimiento. El relieve que muestra este sillar es difícil de interpretar dada la poca profundidad con que fue elaborado pero también por el desgaste. Aparentemente se trata de un escudo con una cruz incisa, que por su costado izquierdo es atravesado por algo que parece una flecha y que al que por su lado derecho acompaña una figura humana esquemática.
La capilla perdió en años recientes su techumbre, pues las fotografías tomadas en la década de 1990 para el Catálogo de Monumentos Históricos del INAH nos la muestran todavía en buen estado de conservación. El interior naturalmente ya no guarda objeto alguno, salvo los restos del derrumbe. Más allá del aplanado con cal y lodo, este interior no muestra señal de pintura mural, altares ni elemento alguno que interrumpa la rectitud de los muros. La puerta estuvo formada por dos gruesas y toscas hojas labradas cada una en un solo tablón lleno de nudos, de las que una permanece en su sitio y la otra yace a su lado fuera de quicio.
Al visitar este oratorio platiqué con un hombre que me dijo ser nieto de uno de los propietarios recientes del oratorio. No me dio su nombre -y no lo culpo en estos tiempos de tanta inseguridad- pero me informó que en efecto se trataba de un sitio de culto religioso, al que en determinadas fechas las mujeres del pueblo se acercaban a ejecutar danzas. Y también que no era ése su único uso, sino que se empleaba de igual manera para almacenar el maíz cosechado, lo que explicaría lo alto y pequeño de su único acceso. Un uso que bien pudo estar relacionado con ritos de fertilidad o, sencillamente, se hacía así por puro sentido práctico.
No lejos de este oratorio parece existir otro más, al que desafortunadamente no pude llegar por lo complicado de las indicaciones que me dieron. Se referían a él como "la bóveda", lo que anticipa que su construcción debe ser más importante que la de la capilla que les he presentado aquí. Si alguno de ustedes conoce el lugar o tiene fotografías, le agradeceré me las comparta para poder enriquecer este post.