El pasado miércoles 9 de diciembre de 2015, el arquitecto Lázaro González Frutis entregó la segunda etapa de las obras de restauración del templo parroquial de Aculco. Estas obras consistieron principalmente en la conservación del portal de peregrinos -cuyos pilares fueron consolidados y sus maderas originales restauradas cuidadosamente- así como en la restauración del antiguo portón del templo. Se trata de una obra que ejemplifica sin duda el cuidado que debe ponerse en este tipo de trabajos: nada de lo que podía preservarse fue retirado, se mantuvo la originalidad y carácter histórico del inmueble y sus elementos fueron tratados para asegurar su conservación durante muchos años más.
El resultado más patente de esta intervención está en la nueva apariencia de las maderas antiguas, lo que resulta evidente al observar esta selección de fotografías del estado anterior del sitio, otras del proceso de restauración y algunas más de la restauración concluida. Ojalá las disfruten.
Conservar la originalidad e historicidad del portal de peregrinos exigía mantener las antiguas vigas alabeadas (curvadas) de sus extremos que, salvo esa deformación (que es muy antigua, anterior incluso a la construcción de la planta alta del portal), se hallaban en buen estado. Para lograrlo sin comprometer su estabilidad, se incorporaron estos refuerzos de acero en su parte anterior.
Como ya es habitual en este blog, quiero agradecer mucho su trabajo al arquitecto González Frutis, a Cristina Artigas de Latapí, directora del FOREMOBA por la gestión de recursos federales, y por supuesto al presidente municipal Salvador del Río quien aportó igual cantidad de recursos municipales para la obra. También quiero informarles que está comprometida una tercera etapa de restauración a realizarse en 2016 en la que se intervendrá la torre del templo y esperamos que los trabajos prosigan después hacia otras áreas del antiguo conjunto.