Hace poco más de un año comenté en este blog la destrucción de los últimos vestigios de la antigua casa del número 1 de la calle de Iturbide, justo a espaldas del Palacio Municipal. Aquella casa empezó a ser demolida poco a poco hasta que en 2010 sólo quedaba la fachada, la cual todavía conservaba elementos de valor arquitectónico, como su balcón de hierro. Sin embargo, con la complacencia de las autoridades, se destruyó hasta los cimientos en agosto de 2022. Pocos meses después comenzó a levantarse en su sitio un nuevo edificio, que en su edificación ha demorado ya casi un año y cuya apariencia final empieza a revelarse.
Como se observa en las fotografías, se trata de un inmueble con estructura de cemento armado con dos plantas completas. En la planta baja se abren cuatro accesos de diversa anchura enmarcados en cantera rosa. En la planta alta, a eje con cada uno de estos vanos, hay cuatro balcones, estos sí de iguales dimensiones, también enmarcados en cantera rosa. Al nivel de la azotea, unas canales de este mismo material desaguan la cubierta y sobre ellos se levanta un pequeño pretil.
Los marcos de cantera de todos los vanos tienen basas de pilastra toscana. Al alcanzar el dintel, sus jambas se adornan con sendas ménsulas con relieves vegetales, parecidas a las que podemos encontrar en algunas construcciones españolas de estilo plateresco del siglo XVI, como los edificios del Ministerio de Fomento y de la Diputación Provincial, ambos en Cáceres, Extremadura. Las claves del dintel también están adornadas con un róleo a juego con esas ménsulas. Una cornisilla que corre sobre el dintel complementacada enmarcamiento.
Los vanos de la planta baja tienen ya colocadas sus puertas de adornada herrería, que indican sin duda que se tratará de locales comerciales. A los extremos derecho e izquierdo, el constructor decidió adornar también con marcos de cantera el espacio para los medidores de corriente eléctrica, cosa curiosa para un artefacto utilitario pero feo, cuya presencia nunca debería resaltarse. Un placa de cantera labrada le da nombre al edificio: "Finca EL CORCEL".
El edificio, en suma, no es feo, aunque el número de vanos para el tamaño de su fachada me parece excesivo y sus proporciones no son las mejores. Se integra al adecuadamente al ambiente urbano del pueblo. No reemplaza en valor histórico y arquitectónico, por supuesto, a la casa antigua que ahí existió, pero al menos no desentona demasiado. Pero hay un detalle que amenaza con convertir este nuevo inmueble en un verdadero y lamentable adefesio: su altura.
Esto, porque remetido apenas unos dos o tres metros del plano de su fachada principal, se construye una nueva planta (espero de verdad que sea sólo una) quizá con el fin de crear ahí una terraza. Esta tercera planta viola flagrantemente el Bando Municipal de Aculco, que indica en su artículo 81: "Queda prohibido en la Cabecera Municipal, Zona Conurbada y Vías de Acceso Principales: I. Construir edificaciones mayores de dos plantas con estilo arquitectónico diferente al estilo típico de la Cabecera Municipal". Si bien la redacción de este ordenamiento es deficiente, naturalmente indica que el límite sonn dos plantas de altura. Y aunque el Reglamento de Imagen Urbana permitiera mayores alturas, el Bando Municipal precede en importancia a cualquier otro ordenamiento del ámbito local.
Por otra parte, el propio Bando Municipal señala en el artículo 226 que "ninguna edificación deberá ostentar ventanas o cubos de iluminación para predios vecinos", cosa que este mismo inmueble está haciendo precisamente en ese tercer nivel, en su colindancia norte.
El edificio sigue en construcción y no sabemos hasta qué nivel llegará. Si a la elevación que ya se advierte ahora se le añaden los ineludibles tinacos, calentadores solares, antenas, etcétera, que seguramente irán sobre la cubierta, muy probablemente su altura pasará de excesiva a desastrosa. Ya lo veremos muy pronto.