Cuando el viajero se acerca a Aculco procedente de Santa María Nativitas, antes de llegar a la desviación del libramiento norte, lo recibe un gran arco de construcción moderna pero con formas pretendidamente "coloniales", chapado en cantera rosa y que apenas seis o siete años después de construido ya muestra los primeros signos de deterioro, tanto a causa de los vándalos como por su propia deficiente calidad constructiva. Justo ahí, al lado de este "monumento" falso y prematuramente envejecido, se encuentra uno de los auténticos monumentos históricos de aculco (catalogado como tal por el INAH con número de clave 1500300470007): la cortina de la llamada Presa del Túnel, que todavía la gente mayor suele llamar la Presa de don José Díaz, que fue quien la poseyó en la primera mitad del siglo XX. En realidad, parece ser que en la época de don José la llamaban la Presa de la Soledad, por encontrarse en este barrio de la cabecera municipal.
No creo que don José haya construido esta cortina, pues por sus características parece tratarse más bien de una obra del siglo XIX. Se levanta sobre el cauce del río de Santa María, justo antes de que éste se una con un arroyo que baja de las lomas nombradas Las Peñitas para formar el río Aculco. Está fabricada con mampostería de la típica piedra blanca de Aculco que se extiende cerca de 60 metros, tiene dos compuertas y la refuerzan diez contrafuertes de seis metros de altura. Lo que sí construyó don José Díaz es el túnel que le da nombre, y que permitía conducir sus aguas por debajo de la carretera para irrigar las tierras que le pertenecían en los llamados "Planes" (la pequeña planicie agrícola que forma el valle entre el pueblo de Aculco, Santa María Nativitas y Gunyó).
El río sobre el que se levanta la presa fue declarado de propiedad nacional en 1929 y derivado de ello las presas construidas para retener sus aguas también fueron nacionalizadas en los años siguientes. En los hechos, esta situación tardó en regularizarse y los anteriores dueños siguieron haciendo uso de ellas durante algún tiempo más. Algunos incluso tuvieron tiempo de destruir sus embalses para evitar que las zonas inundadas de sus tierras pasaran también pertenecer a la nación y con ello se perdió una indudable riqueza hídrica y ambiental. La Presa del Túnel si continuó en uso antes y después de quedar bajo el control de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (que, entiendo, actualmente la renta a particulares).
No sé en qué momento la Presa del Túnel dejó de almacenar agua. Todavía recuerdo que hacia 1975 se utilizaba y lo más probable es que lo haya sido muchos años más, quizá hasta la década de 1990. En 1988 el libro Los municipios del Estado de México, publicado por la Secretaría de Gobernación, todavía la incluye entre los "sitios de recreo" con que contaba el municipio de Aculco. Cuando la presa abría sus compuertas se formaba una cascada y aquel lugar rodeado de árboles cobraba especial encanto. Pero el caso es que ahora ya se encuentra permanentemente vacía y no sólo eso: el bordo que la limitaba hacia la carretera ha comenzado a ser deshecho intencionalmente y su vaso se ha comenzado a llenar con decenas de cargas de escombros y cascajo. Se encuentra, pues, en vías de desaparecer como embalse.
Aunque no me gusta esta situación, no tengo elementos para juzgar si se trata de una buena o mala decisión. Tal vez sus bordos y cortina no son ya lo suficientemente fuertes para continuar en uso, o no se adaptan a los planes hidrológicos nacionales. El caso es que se perdió un lugar hermoso y que la antigua e imponente cortina es hoy una construcción en desuso, prácticamente en el abandono. Si hoy nos entristece su olvido, ojalá no tengamos algún día que lamentarnos de su destrucción.