jueves, 17 de junio de 2010
El puente de Arroyozarco
Aunque el Puente Colorado es más grande y más elegante, el Puente Blanco resulta por su abandono y pequeñez más poético, y los puentes gemelos Santa Anita y La Magdalena (de los que hablaremos algún día) son de mayor mérito ingenieril, el Puente de Arroyozarco supera a todos estos puentes del municipio de Aculco en antigüedad, solidez, significado histórico e incluso ornato.
Su antigüedad es evidente por sus características constructivas: un gran arco escarzano de mampostería de tezontle y piedra maciza, muy semejante en su labor y acabado a la cercana "Casa Vieja" de la hacienda de Arroyozarco, construida en 1723. Su pertenencia al siglo XVIII se confirma por los detalles de su ornamentación de inspiración barroca, compuesta por un par de nichos sobre la parte central de los pretiles con la parte superior en forma de concha, acompañados por sendos pares de almenas ya un poco destruidas. Al interior de estos nichos se conserva el aplanado de cal y arena, perdido en el resto del puente, que deja ver que en algún tiempo estuvo pintado de amarillo.
Tres vistas de los nichos del pretil.
Hacia el oriente, ambos pretiles muestran un estrechamiento que parece no explicarse fácilmente, hasta que se comprende que sirvió para ubicar una puerta que al abrirse no sobresaliera del muro. Según se cuenta, esta puerta servía para cobrar la alcabala o el pejae y sólo se abría cuando el transportista o arriero cubría la cuota. Se dice que era el punto en el que el famoso Lindoro Cajigas (administrador de la hacienda, guerrillero conservador bandolero y captor de Melchor Ocampo) extorsionaba a los viajeros y entonces sería este mismo el sitio en que su cabeza fue clavada en unos maderos puestos en cruz, después de ser fusilado en 1861.
Estrechamiento en el que encajaba una de las hojas de la puerta.
Cosa en verdad notable es que el puente ha conservado su empedrado centenario, en el que se advierte la huella de las ruedas de los miles de carros que transitaron por el Camino Real de Tierra Adentro. Por lo demás, pese a algún grafiti en sus muros y a la sobreposición de un muro nuevo de piedra a una parte del arranque de su pretil, y a los deterioros propios de su edad, el puente se conserva en excelente estado. El lugar en que se encuentra, rodeado de casas de agradable construcción, cercana la cortina de una pequeña y antigua presa, resulta sumamente grato.
El vetusto empredrado del puente.
Agradezco los datos proporcionados por el señor Amauri Lara Sainz, a quien mucho debe este puente por haber gestionado la prohibición de circulación del tránsito pesado sobre sus venerables piedras.
La calzada sobre el puente, vista hacia el oriente.
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