Si la Cuaresma es un preludio y preparación de la Semana Santa, el tradicional "Viernes de Dolores" -el último viernes previo al Domingo de Ramos- viene siendo ya sus vísperas o incluso su inicio informal. Aunque los orígenes de esta celebración que exalta los siete dolores de la Virgen María en la paión de Cristo son remotos, sólo en el siglo XVIII quedó formalmente establecida cuando el papa Benedicto XIII la proclamó para toda la Iglesia en 1725. En México, o más bien en la Nueva España, el espíritu barroco de esa época favorecía la adopción de nuevas festividades que engalanaran ese gran teatro que era la vida pública, impregnada de fervor religioso.
Así, el Viernes de Dolores se celebró en el siglo final del virreinato con procesiones con la imagen de la María en su advocación de Nuestra Señora de los Dolores como figura principal, pero especialmente montando altares efímeros a esa misma devoción, adornados con telas suntuosas, botellas de aguas de colores, aserrín pintado, papel picado, macetas y flores, aves cantoras en sus jaulas, "nacidos" (trigo germinado en la oscuridad para que las plántulas mantuvieran un color amarillo) y velas en tal cantidad que a veces a estos altares se les llamaba "incendios". En los conventos, casas particulares y vecindades se ponían estos "altares de Dolores", y cada familia o corporación parecía competir con sus vecinos por crear el adorno más fastuoso. Aunque naturalmente disminuída, la tradición se mantuvo a lo largo de los siglos XIX y XX, y actualmente aún abundan, pero pesa verlos en muchas ocasiones sólo como obra de rescate cultural y ya no como una devoción popular. Parte de la culpa de esa pérdida la tuvo la propia Iglesia, pues en 1960 redujo el carácter del Viernes de Dolores de festividad a conmemoración, y luego en 1969 el papa Paulo VI la eliminó por completo del tiempo canónico de la Semana Santa.
En Aculco la tradición también existió por lo menos hasta mediados del siglo XX, pero desconozco si se conserva todavía o ha resurgido en algún sitio de nuestro pueblo. Por mi parte, quise escribirles estos párrafos y mostrarles las imágenes que aparecen aquí de la imagen de Nuestra señora de los Dolores en un nicho del retablo barroco de La Concepción Pueblo, municipio de Aculco, como una especie de Altar de Dolores virtual. Abrimos paso a la Semana Santa de 2017.
Estimado Javier:
ResponderEliminarDesconozco si te llegó mi respuesta a tu correo anterior, por ello me permito volver a escribirte para agradecerte la información y los tips sobre Arroyozarco. Mi interés sobre esta hacienda continua, estoy preparando un trabajo sobre la producción en la época jesuita y como te comenté anteriormente, mi tesis tuvo que ver con el Fondo Piadoso de Californias y parte de ello relacionado con Arroyozarco.
Cualquier tip o comentario sobre la zona para poder recorrerla te lo agradecería enormemente. Espero encontrarte en algún momento.
Saludos y nuevamente te agradezco
Miguel Angel Solis
JLB,
ResponderEliminarNo he podido encontrar una dirección de correo electrónico para contactarlo. El 18 de agosto de 2010 usted publicó una entrada en este blog titulada ''De cómo (no) manipular un documento histórico''. El documento mencionado ahí tiene la firma de uno de mis antepasados (Vicente Zamudio). ¿Hay alguna forma de ver una versión digital más nítida que muestre las firmas?
Saludos,
Nefi Arenas Salazar