La restauración del portal de peregrinos del antiguo convento de Aculco

La danza de las pastoras ejecutada por mujeres de la comunidad de Santiago Oxthoc Toxhié en la ceremonia de entrega de la segunda etapa de obras de restauración de la parroquia. En esta misma fotografía se observan varias de las áreas hasta ahora restauradas del conjunto: la fachada del templo, los portales alto y bajo del antiguo convento y el portón de la parroquia.

El pasado miércoles 9 de diciembre de 2015, el arquitecto Lázaro González Frutis entregó la segunda etapa de las obras de restauración del templo parroquial de Aculco. Estas obras consistieron principalmente en la conservación del portal de peregrinos -cuyos pilares fueron consolidados y sus maderas originales restauradas cuidadosamente- así como en la restauración del antiguo portón del templo. Se trata de una obra que ejemplifica sin duda el cuidado que debe ponerse en este tipo de trabajos: nada de lo que podía preservarse fue retirado, se mantuvo la originalidad y carácter histórico del inmueble y sus elementos fueron tratados para asegurar su conservación durante muchos años más.

El resultado más patente de esta intervención está en la nueva apariencia de las maderas antiguas, lo que resulta evidente al observar esta selección de fotografías del estado anterior del sitio, otras del proceso de restauración y algunas más de la restauración concluida. Ojalá las disfruten.

El portal de peregrinos visto hacia el sur. Arriba, apuntalado, en el estado que guardaba en octubre de 2014. Abajo, un año después, en proceso de restauración.

Arriba, estado anterior de la viguería del entrepiso. Abajo, el resultado tras la restauración.

El portal visto hacia el norte, arriba en su estado original, abajo tras la restauración.

El extremo sur del portal antes y durante la restauración. Nótese la eliminación de las juntas de cemento en el guardapolvo de cantera, el relleno con lascas de madera en las grietas de la poderosa viguería original (que data quizá del siglo XVII) y la reconstrucción de un fragmento del alero.

El exterior del portal en 2009 y el día de la entrega de las obras de restauración.

En estas cuatro fotografías se pueden observar algunos pormenores del proceso de restauración.

Conservar la originalidad e historicidad del portal de peregrinos exigía mantener las antiguas vigas alabeadas (curvadas) de sus extremos que, salvo esa deformación (que es muy antigua, anterior incluso a la construcción de la planta alta del portal), se hallaban en buen estado. Para lograrlo sin comprometer su estabilidad, se incorporaron estos refuerzos de acero en su parte anterior.

La puerta del templo parroquial también fue restaurada. Se hallaba cubierta de capas de pintura y barniz de todo tipo, además de increíblemente reseca. Fue necesario aplicarle muchas manos de aceite de linaza y se acabó con cera de abeja. Arriba se pueden ver las fotos de su estado anterior y abajo su hermosa apariencia actual, tras la restauración.

el portón restaurado.

Como ya es habitual en este blog, quiero agradecer mucho su trabajo al arquitecto González Frutis, a Cristina Artigas de Latapí, directora del FOREMOBA por la gestión de recursos federales, y por supuesto al presidente municipal Salvador del Río quien aportó igual cantidad de recursos municipales para la obra. También quiero informarles que está comprometida una tercera etapa de restauración a realizarse en 2016 en la que se intervendrá la torre del templo y esperamos que los trabajos prosigan después hacia otras áreas del antiguo conjunto.

Una foto para el recuerdo: al centro, Cristina Artigas de Latapí, directora del FOREMOBA, a su izquierda de suéter verde el arquitecto Lázaro González Frutis y a su derecha el autor de este blog.