miércoles, 12 de mayo de 2010

Las Casas de la Palma

Casas de la Palma, a principios de la década de 1970.

Las Casas de la Palma, en la actualidad.

En la calle de Abasolo -entre la avenida Manuel del Mazo y un callejón del que no creo haber sabido nunca el nombre-, se encuentra una serie de casas antiguas que forman un conjunto bastante unitario y que pertenecieron hacia la primera mitad del siglo XX al mismo propietario, don Evodio Ángeles. Actualmente se conservan en su descendencia. En su costado norte existe enorme y centenaria yuca que le da nombre a este conjunto. Anteriormente lucía esta palma mucho más con sus ramas extendidas hacia la avenida Del Mazo, como puede verse en esta vieja fotografía, pero tras ser derribadas por un trailer luce ahora un aire mucho más discreto.

El conjunto, visto desde la esquina de Abasolo y Del Mazo.

Otra vista, desde la dirección contraria.

Las Casas de la Palma son cuatro, aunque es posible que alguna de ellas ya haya sido subdividida en los años recientes. Su importancia decrece desde la esquina de Abasolo y Del Mazo, donde se encuentra la mayor y mejor de ellas, hasta el callejón arriba mencionado, donde la última tiene una sola planta y no dos como el resto. Las cuatro casas están construidas enteramente con piedra blanca de Aculco, cubierta de aplanados en las fachadas que dan hacia la calle de Abasolo (con excepción de los enmarcamientos de puertas y ventanas). En cambio, la fachada norte de la primera casa muestra la piedra blanca aparente y la fachada sur de la última está cubierta por un delgado enjarre de cal. Las techumbres fueron originalmente de vigas de madera y tejas de barro, que en la segunda casa fue sustituida en tiempos recientes por una losa de concreto.

La primera casa.

La primera y más importante de las casas muestra una serie de vanos de proporciones irregulares en la planta baja: un pequeño balcón, un acceso con cerramiento curvo que debió ser el principal, una accesoria también con cerramiento curvo y una accesoria más, adintelada. Por el contrario, los balcones de la planta alta, cuyo único adorno son los repisones moldurados, son idénticos los cuatro. Un machón que abarca las dos plantas se desplanta en la esquina.


La segunda casa, aquella que ha perdido ya su techumbre original (lo que significó también que su cubierta se elevara algunos centímetros más respecto de las vecinas, lo que rompió su unidad de alturas), tiene un acceso principal con arco y un par de pequeñas ventanas con repisón moldurado y cerramiento curvo en la planta baja. En la planta alta, sobre cada una de esas ventanas se abre un balcón semejante a los de la primera casa, aunque de menores dimensiones, mientras que sobre el acceso principal se encuentra una ventana muy parecida a las de la planta baja.

La tercera casa

La tercera casa tuvo originalmente sólo un acceso principal con un cerramiento de arco muy rebajado y un par de balconcillos a cada lado. Sin embargo, el de la derecha fue destruido para ampliar el vano y dar entrada a una accesoria, y sólo subsiste in situ un tramo de su repisón. Tres balcones se abren en el paramento de la planta alta, uno de ellos con cerramiento curvo también muy rebajado.

La cuarta casa.

Finalmente, la última de las cuatro casas posee una sola planta. Cinco vanos se abren en su fachada hacia la calle de Abasolo: una ventana con cerramiento curvo, una entrada pequeña adintelada, un balconcito con su reja original de hierro, otro acceso con cerramiento curvo y otro balconcito. Es la más deteriorada a causa del abandono, e incluso sus vanos hacia el callejón se encuentran tapiados.

Fachada de la cuarta casa hacie el callejón.

Balcón tapiado de la cuarta casa.

Aunque tradicionalmente el conjunto de las Casas de la Palma ha sido poco apreciado debido a su sencillez y asu aspecto destartalado, es en realidad uno de los mejores ejemplos de vivienda media de Aculco en tiempos antiguos. Y forma parte irremplazable, además, del pueblo de Aculco de Espinosa.

La palma, ya mutilada, en Google Street View.