jueves, 15 de febrero de 2024

La rendición del coronel Nicolás Torres en Aculco (1856)

A principios de octubre de 1855, los rebeldes sublevados contra Antonio López de Santa Anna en marzo del año anterior ocuparon la Ciudad de México, mientras el dictador partía al exilio. La revolución iniciada en Ayutla había triunfado y el bando liberal tomaba el poder. Muy ponto, el 25 de noviembre de 1855, el nuevo gobierno promulgaba la primera de las normas que más tarde serían conocidas como Leyes de Reforma: la llamada Ley Juárez, que sumprimía los tribunales especiales y los fueros eclesiásticos y militares.

La reacción del Ejército contra el gobierno liberal, apoyado por el clero, fue casi inmediata: el 2 de noviembre Tomás Mejía se levantaba contra el gobierno enarbolando el Plan de Sierra Gorda, mientras que el 12 de diciembre el sacerdote Francisco Ortega y García se rebelaba en Zacapoaxtla. A ellos se les sumaron en las semanas siguientes los generales Güitián, Osollo, Olloqui, Miramón, Márquez y Cobos. Todos ellos, junto con sus hombres, representaban una fracción importante del Ejército y dos años después constituirían la base de las fuerzas conservadoras en la Guerra de Reforma (1).

En los estados de Michoacán y México, operaba contra el gobierno surgido de la Revolución de Ayutla el teniente coronel Nicolás de Torres (algunos documentos se refieren a él simplemente como Nicolás Torres). No he podido encontrar datos sobre su origen y carrera, por lo que probablemente era un militar de poca relevancia. De sus acciones antes de la capitulación, se sabe que él y sus hombres formaban parte de las tropas reunidas por los conservadores en Puebla, de donde se había dirigido a Michoacán. En los primeros días de abril de 1856 había salido de Maravatío y después de atravesar el río Lerma y pasar por Molino de Caballeros, había llegado con 700 hombres en Acámbaro. Sin embargo, el día 10 un comisionado suyo se presentó ante el Ministerio de Guerra y Marina para manifestar que el cabecilla estaba dispuesto a someterse a la obediencia del gobierno, por lo que Yáñez pidió a los comandantes militares de la región que no lo batieran en caso de alcanzarlo, pero sin dejar de vigilar sus movimientos (2). Aunque no se trataba de una fuerza importante y posiblemente estaba mal armada, su efectiva rendición en Aculco el 12 de abril de 1856 se difundió como si se tratara de un signo claro de la derrota general de los conservadores:

Su última esperanza, el coronel teniente coronel refractario Nicolás Torres, que hacía la guerra en el Estado de México a sueldo de los clérigos, el 12 de abril citado capituló en el pueblo de Aculco, haciendo entrega de su religiosa brigada, armamento, municiones y monturas al C. general Plutarco González, según aparece en los documentos corrientes en las páginas 159 a 161 del tomo 1o de la predicha Historia del Congreso. (3)

Como menciona esta cita, la Historia del Congreso Extraordinario Constituyente de 1856-1857 escrita por el periodista y diputado Francisco Zarco contiene un padrón de los oficiales que se rindieron con Torres, así como un inventario pormenorizado de sus armas, municiones, cabalgaduras y otros arreos. Las listas, junto con las cartas que envió el general Plutarco González a sus superiores militares, son interesantes, por lo que las copio aquí para los lectores de este blog:

Comandancia general del Departamento de México.- Excmo. Sr.- Ayer, sobre la marcha, entre este pueblo y el de Acambay, tuve una entrevista con D. Nicolás Torres, y convenimos en que las fuerzas que mandaba volverían a la obediencia del supremo gobierno, haciéndome entrega de todo el armamento y demas útiles de guerra, lo cual se verificó anoche.

Convenimos tambien en que los individuos de la clase de tropa quedarían en libertad, expidiéndoles un resguardo para que puedan regresar al seno de sus familias, y que los que se consideraban como jefes y oficiales, quedaban a disposicion del supremo gobierno, y marcharian a esa capital a recibir órdenes; y, por fin, se convino que estos saldrán de este pueblo con un dia de anticipación, verificándolo en seguida la brigada de mi mando por el mismo camino, debiendo ser éste por Acambay, Atlacomulco, Ixtlahuaca, Toluca y Lerma, para la referida capital.

Me apresuré a entrar en este arreglo sin esperar la resolución suprema, a las proposiciones que Torres tenia presentadas, porque las fuerzas disidentes estaban desbandándose de una manera tal, que en veinticuatro horas más se habría perdido todo el armamento, produciendo no solo el perjuicio de los intereses de la nación, sino produciendo pequeñas gavillas de hombres armados que no pudiendo presentarse en sus pueblos, prento se convertirían en ladrones que infestarían los caminos.

Tengo el honor de participarlo a V. E. para conocimiento del Excmo. Sr. presidente de la República, acompañándole, con el mismo objeto, copia de los efectos de guerra recogidos, y relacion nominal de los individuos que, considerados como jefes y oficiales para los efectos de la capitulacion, deben presentarse al supremo gobierno.

Dios y libertad. Aculco, 13 de abril de 1856.-Plutarco Gonzalez.- Excmo. Sr. ministro de la Guerra y Marina.— México.

INVENTARIO que manifiesta el armamento, municiones, monturas y demás que tenía la brigada que mandaba el Sr. coronel D. Nicolás de Torres, al hacer entrega de todo al Excmo. sr. gobernador y comandante general del Estado de México, D. Plutarco Gonzalez.

  • 1 pieza de montaña con su montaje y en completo estado de servicio.
  • 342 fusiles de percusión y chispa, en completo estado de servicio. 36 bayonetas en completo estado de servicio.
  • 26 carabinas en completo estado de servicio.
  • 42 lanzas en completo estado de servicio.
  • 117 cartucheras de infantería y caballería en completo estado de servicio.
  • 3 cajones de parque de fusil de percusión.
  • 3 id. de cañon con metralla y bala rasa. 1 id. de pólvora de cañón en granel. 102 paradas sueltas.
  • 1 bote de hoja de lata con estopines. 1 cartuchera con útiles de artillería.
  • 1 punzón.
  • 4 cañoncitos pequeños pertenecientes a la hacienda de Atenco, de la cual los extrajo por la fuerza.
  • 18 monturas.
  • 7 bridas.
  • 3 cornetas de guerra sin boquilla.
  • 1 clarín de caballería con id.
  • 2 cajas de guerra.
  • 3 monturas mas sin brida.
  • 6 caballos.
  • 2 mulas aparejadas, pertenecientes a las que se tomaron en la accion de Atlacomulco.
  • 50 id. de carga y de silla que se han traído embargadas.
  • 3 cajones cerrados de tabaco labrados.
  • 1 id. chiquito id. id. id.
  • Aculco, 12 de abril de 1856.- Entregué.- Nicolás de Torres.- Recibí.- Juan Vélez.

    Es copia.- Aculco, 13 de abril de 1856.- Román Parres, secretario.

    LISTA nominal de los jefes y oficiales que existen a disposicion del supremo gobierno pertenecientes a la fuerza que mandaba D. Nicolás de Torres.

    Jefes y oficiales permanentes.

    Coronel teniente coronel D. Nicolás de Torres, jefe de la fuerza. Coronel, D. Luis Zamudio, mayor de órdenes. Coronel teniente coronel, D. Nazario González, jefe del Estado Mayor. Coronel teniente coronel, D. Marcelo Álvarez, jefe del 4 batallon ligero. Teniente, D. Ramón González. Capitán teniente, D. Susano Vélez. Teniente, D. Valentín Salazar. Teniente subteniente, D. Faustino Castillo. Teniente Subteniente, D. Ignacio Canseco. Alférez, D. Manuel Álvarez. Subteniente, D. Juan Medrano. Subteniente sargento 1o., D. José María Velázquez. Subteniente sargento 19, D. Miguel Segura. Alférez sargento 1o., D. Guadalupe Canseco.

    Oficiales activos.

    Capitán, D. Pedro María Castañeda. Tenientes: D. Francisco González, D. Luis Carrasco, D. Francisco Piña, y D. Carlos Barbosa.

    Jefes y oficiales auxiliares del ejercito.

    Teniente coronel, D. Juan Carmona. Comandante de escuadrón, D. Joaquin Amado Morales. Comandante de batallón, D. Ángel Carmona. Comandante de batallón, D. Felipe N. Campuzano. Comandante de batallón, D. Eufemio Herrera.

    Capitanes: D. José María Beltrán. D. Félix Orive. D. José María Iturria. D. Felipe Escobar. D. Juan Palacios. D. Bartolomé Ortiz, D. José Zerecero. D. Antonio López. D. Jesus Estrada. D. Eulogio Rojas. D. Luis G. Jardón. Teniente permanente, D. José María Iparásal.

    Tenientes: D. Gregorio Gutiérrez. D. Atanasio Muñoz. D. Ramón Sánchez. D. Soledad Vera. D. Isidro Vera. D. Zacarías Navarro. D. Miguel Osorio, D. Octaviano Duarte. D. Vicente Macedo. D. Bernabé Montes. D. José María Pacheco. D. José G. Rebollar. D. Francisco Librado de la Vega.

    Subtenientes y alféreces: D. Lucas Arizmendi. D. Ignacio González. D. Francisco Iparásal. D. Jesús Silva. D. Juan Morales. D. Vicente Cacique. D. José Leguízamo. D. Félix Rico. D. Trinidad Gonzalez. D. Carlos Bermeo. D. Domingo Rosales. D. Tomas Zárate. D. Miguel Izquierdo. D. José Segura. D. Márcos Lopez. D. Manuel Estrada. D. Joaquín Ruiz.

    Aculco, abril 13 de 1856.- Luis Zamudio.- Visto bueno.- Torres. Es copia.- Aculco, Abril 13 de 1856.- Ramón Parres, secretario. (4)

    Ese mismo día, como se puede leer en el documento de arriba, Torres salió de Aculco para presentarse en la Ciudad de México siguiendo un itinerario de cuatro días que lo llevó por Acambay, la hacienda de Niginí, Temoaya, El Mayorazgo y San Joaquín.

    Nicolás de Torres permaneció leal al régimen por casi tres años, colaborando en diversas acciones de guerra contra los sublevados. Sin embargo, el 19 de enero de 1859, cuando había ascendido al grado de coronel del 9o. de caballería y el país estaba ya en plena la Guerra de Reforma, se sumó a la guarnición de Toluca en apoyo al Plan de Tacubaya proclamado por los conservadores, volviéndose así nuevamente en contra del gobierno liberal. (5)

     

    NOTAS

    1. Marta Eugenia García Ugarte. "Reacción social a las Leyes de Reforma (1855-1860), en Estado laico y los derechos humanos en México: 1810-2010, México, UNAM, 2012, p. 360-371.

    2. Partes de la Comandancia general de Michoacán, se da cuenta de operaciones contra fuerzas del coronel Nicolás Torres, Operaciones militares, AHMM, f. 4, Informe del general Plutarco González, sobre el movimiento de fuerzas en los diferentes pueblos del estado de México, Operaciones militares, AHMM, f. 84 y ss.

    3. Gutiérrez, Blas José. Leyes de Reforma. Colección de las disposiciones que se conocen con este nombre, publicadas desde el año de 1855 al de 1868. Tomo I. México, Imprenta de "El Constitucional", 1868, p. 616.

    4. Francisco Zarco. Historia del Congreso Extraordinario Constituyente de 1856-1857. Tomo I, México, Imprenta de Ignacio Cumplido, 1857, p. 159-162.

    5. Acta levantada en Toluca la capital del Departamento de México, por la guarnición del mismo, ratificando su reconocimiento al Plan de Tacubaya, 19 de enero de 1859.