Hasta hace algunas décadas, el final de la calle de Rivapalacio (antigua calle del Biombo) cerca de su desembocadura en la calle de Abasolo, era la zona por excelencia de las pulquerías en Aculco. Era, por así decirlo, su "barrio húmedo", y en varias de sus puertas podían verse las banderas rojas con las que se anunciaba el comercio de esta bebida, así como las tradicionales "botas" de chivo en que se almacenaba, como puede verse en la siguiente fotografía de la década de 1960.
Tres de los accesos del muro de la derecha eran otras tantas entradas a las pulquerías. Lo mismo el inmueble del fondo, que cierra la vista ya sobre la calle Abasolo. A la izquierda las cabalgaduras de algunos clientes.
Así se ve este tramo de la calle hoy en día. Tómese como punto de referencia el remate triangular del tejado de una de las casas, y se verá que prácticamente todo a la izquierda de ella ha desaparecido, incluyendo interesante la casa de la esquina, que adornaba su fachadacon dos contrafuertes. A su lado derecho, subsiste la casa y sus accesorias antiguas, aunque en un estado lamentable. Todavía una de ellas alberga una exigua cantina, último recuerdo de la antigua vocación de esta zona.
En esta deficiente fotografía se observa la pulcra imagen que dejó a la calle de Rivapalacio la remodelación de 1974. Hoy, tal bella perspectiva no existe: éste es uno de los puntos más degradados en el paisaje urbano de Aculco, una sucesión caótica de comercios,casas a medio construir y edificios de hasta tres pisos, como se oberva en la fotografía de abajo.
Según el Dr. Enrique Rojas López, hacia 1943 había en Aculco entre 10 y 12 pulquerías, y el pulque era la bebida que más se consumía "por su abundancia y por consecuencia su bajo precio". Curiosamente este médico señala que se anunciaban con una bandera blanca,lo que contradice la tradición oral que habla -como señalé arriba y parece confirmar la fotografía- de la bandera roja.
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