lunes, 23 de marzo de 2009
El reloj de sol de la parroquia
Aculco tiene la particularidad de resguardar, en tres de sus inmuebles históricos, sendos relojes solares de los siglos XVIII y XIX. Uno de ellos, el más elaborado, se encuentra en el Hotel de Diligencias de Arroyozarco (edificado entre 1786 y 1791, aunque el reloj parece ser de hacia 1850); otro, el más rústico, sobre la entrada al atrio de la capilla del pueblo de San Pedro Denxi, y el tercero, del que hablaremos esta vez, en el claustro del antiguo convento franciscano de San Jerónimo Aculco.
Si resulta notable la existencia de tres relojes de sol en un pueblo pequeño como Aculco, lo es más quizá su calidad, pues sin duda el de la parroquia de Aculco se cuenta entre los más hermosos relojes de sol dieciochescos construidos en toda la Nueva España.
Técnicamente, es un reloj del tipo meridiano, vertical, y consta de tres partes principales:
-El cuadrante, bloque cuadrangular de piedra con una cavidad en forma de medio cono trunco (troncocónica). En su borde semicircular se grabaron las cifras romanas de las horas del día, con el XII al centro. Al fondo de la cavidad surge el gnomon o estilete, varilla que proyecta su sombra sobre el cuadrante para marcar las horas.
-El pedestal, bloque también cuadrangular con una guardamalleta labrada al frente, sobre la que se talló la fecha de construcción del instrumento: "30 de abril de 1789 años", meses antes de que estallara la Revolución Francesa.
-El remate, que toma una forma de cabecera semicircular que complementa el círculo descrito por la cavidad del cuadrante y brinda unidad al conjunto. Lleva por adornos los relieves de una cruz sobre su pedestal al centro, y a los lados los monogramas de María y Jesús.
Aunque para 1789 había sido fundada ya en la cuidad de México la Academia de San Carlos y en el cercano Arroyozarco se construía el nuevo Mesón por arquitectos miembros de esa academia, el reloj de sol de Aculco es todavía ajeno a la "nueva" modas artística neoclásica y se adscribe todavía al barroco, como bien muestra su guardamalleta.
El reloj de sol fue colocado en uno de los contrafuertes del templo parroquial, mirando hacia el sur, lo que permite el mayor número de horas de iluminación solar y puede ser visto desde el claustro (aunque se le ve también desde el exterior del antiguo convento, en espcial desde la Plaza Juárez). En el año de su construcción era cura de Aculco don Luis José Carrillo, que lo fue por muchos años al final del siglo XVIII, y de quien se decía que era "tan aplicado al culto divino que hace algunos años que sólo toma de sus derechos para su precisa manutención, y todo lo sobrante lo ha aplicado para la reedificación de su iglesia, construyendo colaterales a sus expensas y solicitud" Seguramente el reloj formó parte de esas obras, que incluyeron también la actual campana mayor (de 1788).
Hoy, el interesante reloj de sol de la parroquia de Aculco está a punto de cumplir 220 años de existencia. Sirva este texto para que su "cumpleaños" no pase desapercibido.
Copia moderna del reloj de sol de la parroquia de Aculco, que se encuentra en la llamada Casa de Hidalgo. En lugar de la fecha del reloj original, lleva la de 11 de noviembre de 1810 en relación con la estancia de don Miguel Hidalgo y Costilla en ese inmueble, que sin embargo no ocurrió entonces, sino entre los días 5 y 7 de aquel mes y año.
ACTUALIZACIÓN 24 de octubre de 2011: Arriba, el reloj de sol entre el almenado de la parroquia en 1838, antes de la construcción de la bóveda y la cúpula del templo. Abajo, una vista parecida del reloj de sol desde el atrio parroquial en 1974.
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