lunes, 4 de abril de 2016

El caso y la casa de don Tiburcio Terreros

Hace unos días, entre el 20 y el 23 de marzo, en el marco del Festival Internacional Cultural Tierra Adentro, se presentó una interesante exposición fotográfica y pictórica en la casa que lleva el número 4 de la Avenida Hidalgo, misma que nuestros padres y abuelos llamaban "la casa de don Tiburcio Terreros". Con extraña sincronía, en la página de Facebook de Fotos_aculcojma se publicó el 21 de marzo una interesantísima y desconocida fotografía fechada el 12 de enero de 1934 (que creo yo tiene el año equivocado, pues debería ser 1935 como se verá más adelante) en la que aparecen centenares de manifestantes en plena Plaza de la Constitución de Aculco opuestos, como reza el pie de la foto, a "la imposición de T. Terreros": el mismo Tiburcio que fue propietario de aquella casa. Y, pues ya que el destino parece habérmelo puesto enfrente para que les platique de él, lo haré acompañando el texto con las fotografías del inmueble que justamente tomé en esos días.

Vale la pena comentar que no tomo partido acerca de los hechos que relataré aquí, ocurridos hace más de 80 años: en el enfrentamiento entre dos bandos igualmente violentos, que existían en el contexto de un México que apenas trataba de abandonar los años de guerra, muchos tuvimos algún pariente que se inclinó por alguno de ellos y quizá otro en el grupo contrario. Sus acciones no marcan a sus descendientes o parientes.

 

***

Derivado de la Revolución, de la Guerra Cristera y del agrarismo, apareció en esta zona, al igual que en muchas otras partes del país, el fenómeno del "caciquismo revolucionario" entre los años veinte y treinta del siglo XX. Fue la época en la que el coronel Artemio Basurto consolidó su poder en la región, a través de la venta de protección a las haciendas contra los líderes agrarios que comenzaban a aparecer, alentados por los primeros repartos de tierras. Su regimiento de caballería, formado por él mismo en 1915, se convirtió en una verdadera guardia blanca en defensa de los intereses de los grandes propietarios. En ocasiones estas tropas recibieron el apoyo de otras fuerzas armadas, como sucedió en 1923 cuando el general Miguel Henríquez Guzmán envió, de acuerdo con su hermano José (que hacía cabeza en aquel entonces entre los dueños de la hacienda de Arroyozarco) y con Basurto, a la policía montada del Estado en persecución del líder agrarista Antonio Cadena, originario de Maravillas, Hidalgo.

Entre los enemigos de Artemio Basurto estaban también otros líderes agrarios, Antonio y Felipe Romero, de conocida familia oriunda de las rancherías de Encinillas y Tenazat (o Tenazdá), situadas en los límites entre Aculco y Polotitlán, cerca de Arroyozarco. Famosos eran los miembros de esa familia, desde mediados del siglo XIX, como excelentes charros. El escritor Domingo Revilla, quien vivió en Arroyozarco cuando su familia poseía la finca, se refirió a ellos en 1846 como “los inteligentes Romeros de Tenazat, en cuya familia desde el más grande hasta el de ocho años, manganea, laza, colea, jinetea y arrienda un caballo con igual destreza”. Pero eran también hombres bravos que en la época tan hostil que les tocó vivir se hicieron diestros de igual modo en el manejo de las armas; a los Romero se les atribuyó la muerte de Leopoldo, el violento hermano de Artemio, caído en el rancho de San Rafael en marzo de 1934. Para entonces Artemio había muerto también, asesinado en la ciudad de México por Heriberto Pérez Bravo, el hijo de una de sus víctimas, en 1933.

Pero el grupo formado por Artemio Basurto subsistió a pesar de su muerte, gracias al apoyo del sanjuanense Saturnino Osornio (gobernador de Querétaro y antiguo patrón de Artemio) y del diputado toluqueño Agustín Rivapalacio. En Aculco, don Tiburcio Terreros fue precisamente el heredero parcial del poder y también de las enemistades del coronel Basurto. Terreros nació hacia 1893 en Aculco. Contrajo matrimonio con María de la Luz Silva Alcántara, hija de Jesús Silva y Trinidad Alcántara, nacida en 1899. Después de pasar algún tiempo en la ciudad de México, donde nació su hija María de la Luz Amelia en marzo de 1925, regresó a su pueblo natal. Aquí vivía ya en 1930 en la casa de la Avenida Hidalgo que mencioné arriba (que entonces llevaba el número 3 de dicha calle), en compañía de su esposa y sus cuatro hijos, como señala el censo de aquel año.

Terreros alcanzó la presidencia municipal con el apoyo de Rivapalacio y Osornio en 1935, y puso a su lado como secretario a Luis Terrazas, un hombre excesivamente cruel y sanguinario que excedió muchas veces las funciones de ese cargo. La oposición política, encabezada por Andrés Vega (originario de Santa Ana Matlavat) y apoyada por los Romero, movilizó a los campesinos agraristas en contra de lo que ellos llamaban una "imposición". Las tensiones entre los grupos antagónicos de Terreros y de Felipe Romero se incrementaron a partir de ese momento y terminaron por explotar con violencia en el mes de mayo de 1935. Según la información levantada entonces por el Juez Conciliador 2o. Suplente, Pedro Navarrete, los graves hechos ocurrieron de la siguiente manera:

Los días 26 y 28 del mes de abril de 1935, un grupo de habitantes de Encinillas y Arroyozarco entró en Aculco lanzando tiros al aire y gritando vivas al “general” Felipe Romero y mueras al Gobierno (En realidad, era Antonio Romero quien ostentaba un grado militar, el de coronel, por haber militado en las filas de Francisco Murguía). A causa de estos disturbios, Tiburcio Terreros decidió llamar en su auxilio a las fuerzas federales estacionadas en Polotitlán. El 1o. de mayo, a las once de la mañana, los soldados se presentaron en Arroyozarco, acompañados del secretario Terrazas y de algunos vecinos. Haciendo uso de la fuerza, detuvieron a Esteban Trejo, Tomás Pérez, José Ruiz, Encarnación Jiménez, Encarnación Rodríguez, Jerónimo y José Pérez, a quienes condujeron hacia Polotitlán. Al paso de los detenidos por Aculco y en circunstancias poco claras, Encarnación Rodríguez fue abatido a tiros por los soldados al intentar huir. Todos ellos eran reconocidos como abiertos simpatizantes de Felipe Romero.

A pesar de la participación de las autoridades municipales y del ejército en esta acción, el Juez de Distrito debió encontrar insuficientes las pruebas contra los prisioneros, pues ordenó su liberación inmediata y puso sus vidas bajo la responsabilidad de los militares, a quienes seguramente consideró capaces de asesinarlos como había sucedido con Encarnación Rodríguez. Por su parte, Terreros aseguró que la muerte de Rodríguez no había sido gratuita, pues antes de intentar escapar había agredido al jefe del destacamento de manera tan violenta que le rompió el saracoff y después había sacado una navaja para atacar al soldado Leobardo Zamuco Brander.

Todavía no se apaciguaban los ánimos por esta muerte cuando, pocos días después, Víctor Maya y Pedro Becerril, comisarios de Arroyozarco y quizá ni siquiera partidarios de Romero, decomisaron al cobrador de plaza del lugar una escopeta con la que intimidaba a los comerciantes para el pago de los derechos de venta. Inocentemente, llevaron el arma a Aculco para entregarla al presidente municipal, quien ordenó la inmediata detención de los portadores por haber desarmado a uno de los suyos. Encerrados en la cárcel estuvieron Maya y Becerril hasta las nueve de la noche de aquel día, cuando el Secretario Luis Terrazas los sacó para torturarlos. Cada uno recibió cincuenta azotes con una reata mojada. Pero la crueldad de Terrazas no se contentó con esto: después de golpearlos con su pistola, los hizo arrastrar a cabeza de silla. Terriblemente lastimados, fueron devueltos a su celda. Ahí los encontró el Juez Navarrete, a quien narraron el suceso.

Con estos acontecimientos el descontento popular, azuzado por el bando agrarista, llegó al límite. El 7 de mayo de 1935, un grupo de mil quinientas personas amotinadas rodeó el Palacio Municipal de Aculco (situado entonces en la calle Juárez) y la casa de Tiburcio Terreros (en la calle Hidalgo) en busca de Tiburcio Terreros y Luis Terrazas, para hacer justicia por su propia mano. La turba entró violentamente a la casa de Terreros, arrojando sus pertenencias por las ventanas, pero el presidente municipal había logrado ya escapar por un caño hacia Querétaro junto con el secretario.

Si bien estos sucesos acabaron definitivamente con el poder del grupo caciquil que había tenido su origen en Artemio Basurto, también fortalecieron demasiado al bando agrarista de los Romero de Encinillas -a su manera otro cacicazgo- cuya influencia fue muy grande en la región hasta bien entrados los años 40 del siglo XX.

Por cierto, aunque don Tiburcio Terreros fue presidente municipal de Aculco, su nombre no aparece en la lista que formó hace treinta años el cronista Domingo Gaspar Sampayo, probablemente debido a que sólo pudo gobernar por poco más de cuatro meses antes de ser arrojado del cargo violentamente. Don Andrés Vega, el candidato rival de Terreros, alcanzó la presidencia municipal en 1938.

 

REFERENCIAS

Laviada, Iñigo. Vida y muerte de un latifundio. México, 1984. Ed. Porrúa. Pág. 169-177.

Àlvarez del Villar, Rafael. Historia de la Charrería. México, 1941. Imprenta Londres. Pág. 136.

Relativo al encausamiento del expresidente municipal Tiburcio Terreros. Aculco, mayo 17 de 1935. Exp. 14. Secc. Tierras (por error). Archivo Histórico Municipal de Aculco.

Puntos de vista que presenta el Ayuntamiento del Muncipio de Aculco al C. Wenceslao Labra, Gobernardor Constitucional del Estado. Aculco, 28 de abril de 1938. Archivo Histórico Municipal de Aculco.

 

ACTUALIZACIÓN, 27 DE MARZO DE 2025.

La casa ha sido restaurada y acondicionada en los últimos años. Desde junio de 2024 se encuentra ahí el restaurante La Orquídea, por lo que es posible acceder a su patio y a las nuevas áreas en las que se encuentra este negocio. Atinadamente, los pilares de concretoi de la planta alta se recubieron con cantera, siguiendo con precisión el diseño de los pilares del piso bajo. La casa ha ganado así dignidad y belleza. Dejo un par de fotos que ilustras esta transformación.

lunes, 28 de marzo de 2016

Calle de Aldama número 9: soberana tontería

Me gustaba pasear por la calle de Aldama y especialmente frente a la casa que lleva el número 9. Era como regresar al Aculco más antiguo, pues ésta y las casas vecinas (que quizá en algún momento formaron una sola propiedad) parecían no haber sido tocadas desde su construcción, probablemente llevada a cabo a principios del siglo XVIII. Extrañamente, ni siquiera la remodelación de 1974 que abarcó casi todo el pueblo llegó a esta calle, no sé si por simple olvido o porque el arquitecto responsable quiso dejar una muestra -un testigo diríamos en términos de restauración- del estado original de nuestro poblado.

No es que se tratara de una casa grandiosa en términos arquitectónicos(aunque su acceso principal era alto y hermoso como el de un pequeño palacio) pero resultaba encantadora por su originalidad, por su prístino estado de conservación: un sobrio muro de piedra blanca encalada, rematada a la manera tradicional aculquense -casi perdida- con una hilada de ladrillo y lomo de toro; en el muro se abrían ventanas cerradas con rejas, distribuidas un poco caprichosamente. A los lados de alguna entrada se conservaban los peculiares poyos, antaño tan frecuentes en Aculco. Sólo al extremo -y formando, creo, parte ya de la casa vecina- se abría un balconcillo en lo alto, señalando la existencia de una planta superior. A través de la reja que cubría la entrada principal, era posible ver su patio con jardín, tan bien conservado y tan auténtico como el exterior, al que se abría un pequeño corredor de poca altura.

Lo más hermoso era la portada principal, toda de cantera encalada, con pequeños resaltes como pedestales en las jambas, que se elevaba con unos escalones sobre el nivel de la calle y se remataba en una gruesa moldura que permitía suponer la época de su construcción, como dije arriba, en los primeros años del 1700. Desgraciadamente esta portada, que más de un adinerado habría deseado para su casa de San Ángel o Coyoacán, fue mutilada hace apenas unos días, a despecho de todos los ordenamientos legales que supuestamente protegen el patrimonio histórico de Aculco y que en la realidad a nadie le interesa aplicar. Hoy es una vulgar, vulgarísima cochera. Sólo sobrevivió la moldura del remate, como indicando con su presencia lo que bajo ella se perdió.

¿Alguien recuerda aquel tríptico que repartió el Ayuntamiento de Aculco apenas incluido este pueblo en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO como parte del Camino real de Tierra Adentro en 2010? Tenía un párrafo que decía:

Asimismo es tarea de todos implementar las acciones básicas necesarias para su conservación, por ejemplo, evitando realizar cambios a las construcciones, y al entorno urbano y ambiental inmediato que alteren de manera drástica el valor patrimonial por el cual fue reconocido por la UNESCO.

Pues estimados lectores, eso es justamente lo que se hizo con esta casa y que en realidad se sigue haciendo en toda la extensión del pueblo. Tan importante era esta construcción que en el propio plano del Plan de Gestión del Camino Real de Tierra Adentro aprobado por la UNESCO, aunque no se le incluyó en las áreas núcleo y de amortiguamiento le señaló como un edificio de valor histórico contextual que debía preservarse en su integridad. Hoy, esa integridad conservada por tres siglos se ha perdido.

Parece que ni los habitantes y propietarios de Aculco, quizá ni siquiera las autoridades civiles y religiosas del lugar, han acabado de comprender cabalmente lo que significa la designación de Aculco como sitio del Patrimonio Mundial: quiere decir que se debe conservar, que los cambios a sus construcciones deben ser restringidos y muy reglamentados, significa que nadie debería poder libremente ensanchar un vano, convertir una ventana en puerta, construirle un segundo piso a su casa, reemplazar sus tejados por losas de concreto, cambiar su puerta de madera por una cortina metálica, subdividir el predio, destruir el interior y conservar sólo su fachada, etcétera. Lo siento, sí, esto suena muy restrictivo, pero es justamente a lo que el Ayuntamiento de Aculco, el Gobierno del Estado de México, el Gobierno Federal y el INAH se comprometieron al buscar la incorporación del pueblo a ese patrimonio mundial. Y un día tendrán que rendidr cuentas de ello. Porque uno no puede visitar ciudades como Ávila, Toledo, Praga, Córdoba y otras reconocidas en la lista de la UNESCO esperando encontrarse con que al dueño de cierta casa histórica se le ocurrió mutilar la entrada para que cupiera su auto; el viajero que visita esas ciudades busca exactamente lo contrario: la permanencia frente a lo cambiante del resto del mundo.

En fin, se ha perdido un poco más del patrimonio de Aculco. Aculco es hoy un poco menos auténtico, un poco menos original, un poco menos valioso, un poco menos respetuoso de las leyes, un poco menos ejemplar, un poco menos hermoso. Quizá sea momento de preguntarse cuántos de esos "poco menos" es capaz de resistir.

¿Quieres ver cómo se veía esta casa en 2009? Sigue este link para entrar a Google Street View.

Calle de Aldama número 9: soberana tontería

Me gustaba pasear por la calle de Aldama y especialmente frente a la casa que lleva el número 9. Era como regresar al Aculco más antiguo, pues ésta y las casas vecinas (que quizá en algún momento formaron una sola propiedad) parecían no haber sido tocadas desde su construcción, probablemente llevada a cabo a principios del siglo XVIII. Extrañamente, ni siquiera la remodelación de 1974 que abarcó casi todo el pueblo llegó a esta calle, no sé si por simple olvido o porque el arquitecto responsable quiso dejar una muestra -un testigo diríamos en términos de restauración- del estado original de nuestro poblado.

No es que se tratara de una casa grandiosa en términos arquitectónicos(aunque su acceso principal era alto y hermoso como el de un pequeño palacio) pero resultaba encantadora por su originalidad, por su prístino estado de conservación: un sobrio muro de piedra blanca encalada, rematada a la manera tradicional aculquense -casi perdida- con una hilada de ladrillo y lomo de toro; en el muro se abrían ventanas cerradas con rejas, distribuidas un poco caprichosamente. A los lados de alguna entrada se conservaban los peculiares poyos, antaño tan frecuentes en Aculco. Sólo al extremo -y formando, creo, parte ya de la casa vecina- se abría un balconcillo en lo alto, señalando la existencia de una planta superior. A través de la reja que cubría la entrada principal, era posible ver su patio con jardín, tan bien conservado y tan auténtico como el exterior, al que se abría un pequeño corredor de poca altura.

Lo más hermoso era la portada principal, toda de cantera encalada, con pequeños resaltes como pedestales en las jambas, que se elevaba con unos escalones sobre el nivel de la calle y se remataba en una gruesa moldura que permitía suponer la época de su construcción, como dije arriba, en los primeros años del 1700. Desgraciadamente esta portada, que más de un adinerado habría deseado para su casa de San Ángel o Coyoacán, fue mutilada hace apenas unos días, a despecho de todos los ordenamientos legales que supuestamente protegen el patrimonio histórico de Aculco y que en la realidad a nadie le interesa aplicar. Hoy es una vulgar, vulgarsísima cochera. Sólo sobrevivió la moldura del remate, como indicando con su presencia lo que bajo ella se perdió.

¿Alguien recuerda aquel tríptico que repartió el Ayuntamiento de Aculco apenas incluido este pueblo en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO como parte del Camino real de Tierra Adentro en 2010? Tenía un párrafo que decía:

Asimismo es tarea de todos implementar las acciones básicas necesarias para su conservación, por ejemplo, evitando realizar cambios a las construcciones, y al entorno urbano y ambiental inmediato que alteren de manera drástica el valor patrimonial por el cual fue reconocido por la UNESCO.

Pues estimados lectores, eso es justamente lo que se hizo con esta casa y que en realidad se sigue haciendo en toda la extensión del pueblo. Tan importante era esta construcción que en el propio plano del Plan de Gestión del Camino Real de Tierra Adentro aprobado por la UNESCO, aunque no se le incluyó en las áreas núcleo y de amortiguamiento le señaló como un edificio de valor histórico contextual que debía preservarse en su integridad. Hoy, esa integridad conservada por tres siglos se ha perdido.

Parece que ni los habitantes y propietarios de Aculco, quizá ni siquiera las autoridades civiles y religiosas del lugar, han acabado de comprender cabalmente lo que significa la designación de Aculco como sitio del Patrimonio Mundial: quiere decir que se debe conservar, que los cambios a sus construcciones deben ser restringidos y muy reglamentados, significa que nadie debería poder libremente ensanchar un vano, convertir una ventana en puerta, construirle un segundo piso a su casa, reemplazar sus tejados por losas de concreto, cambiar su puerta de madera por una cortina metálica, subdividir el predio, destruir el interior y conservar sólo su fachada, etcétera. Lo siento, sí, esto suena muy restrictivo, pero es justamente a lo que el Ayuntamiento de Aculco, el Gobierno del Estado de México, el Gobierno Federal y el INAH se comprometieron al buscar la incorporación del pueblo a ese patrimonio mundial. Y un día tendrán que rendidr cuentas de ello. Porque uno no puede visitar ciudades como Ávila, Toledo, Praga, Córdoba y otras reconocidas en la lista de la UNESCO esperando encontrarse con que al dueño de cierta casa histórica se le ocurrió mutilar la entrada para que cupiera su auto; el viajero que visita esas ciudades busca exactamente lo contrario: la permanencia frente a lo cambiante del resto del mundo.

En fin, se ha perdido un poco más del patrimonio de Aculco. Aculco es hoy un poco menos auténtico, un poco menos original, un poco menos valioso, un poco menos respetuoso de las leyes, un poco menos ejemplar, un poco menos hermoso. Quizá sea momento de preguntarse cuántos de esos "poco menos" es capaz de resistir.

¿Quieres ver cómo se veía esta casa en 2009? Sigue este link para entrar a Google Street View.

viernes, 18 de marzo de 2016

Cuando había cine en Aculco...

¿Cuántos años hará que el viejo Teatro Municipal de la calle del Pípila dejó de ser usado como sala cinematográfica?¿cuarenta, quizá cincuenta? No sabría decirlo y sinceramente sólo ahora -que en el marco del Festival Cultural de Tierra Adentro se ha programado nuevamente la proyección de películas en ese sitio- me he dado cuenta de que nunca antes me había pasado por la cabeza escribir algo sobre aquello, de cuando había cine en Aculco.

Tengo entendido que la compañía itinerante que por los años de 1950 llevó el cine a Aculco llevaba el nombre de "Atlas" y pertenecía (o por lo menos era dirigida en esta zona) a don Benjamín Monroy, oriundo según me han referido del vecino pueblo de Amealco, pariente de don Vicente Mendoza, presidente de nuestro municipio en varias ocasiones por aquella misma época. El cinematógrafo -un aparato enorme que se colocaba a nivel de piso, no en lo alto- era operado por don Margarito Ruiz Martínez, originario de Atlacomulco que terminó por asentarse en Aculco (se casó con María de Jesús Herrera Garrido, hija de don Antonio Herrera).

La empresa proyectaba sus películas -muchas de Jorge Negrete y Pedro Infante- los lunes a las 8 de la noche, en una única función semanal. Cada asiento costaba 50 centavos. Los carteles de las películas se colocaban con anticipación en una tabla en la pared del Portal de la Primavera y la publicidad se complementaba con una camioneta que recorría el pueblo y sus cercanías con un altavoz anunciando la película en turno y anticipando, si era el caso, "¡habrá balazos!". Tras la camioneta le gustaba correr a Napo, el entrañable Pitajá.

El salón, no demasiado grande por cierto, se llenaba a reventar. Para todos era un momento de gran emoción. Algunos niños trepaban a la azotea de la vecina escuela Venustiano Carranza (a la que estába anexo el teatro y a la que servía como salón de actos) para poder ver las escenas a través de las ventanas. Como mi abuelo era director de este plantel, se le nombraba interventor municipal para vigilar el desarrollo de la función y fiscalizar la venta de boletos para el pago de impuestos locales. En retribución por esa labor recibía dos boletos, de los que a veces cedía uno a mi padre, entonces muy joven, quien así pudo ver desde su butaca privilegiada las películas más emblemáticas del cine mexicano de la Época de Oro. Aquello no era ciertamente Cinema Paradiso, pero algo se le parecía.

Tiempo después otra compañía itinerante, el "Cine México", empezó a hacer competencia al "Cine Atlas". Las funciones se duplicaron y entonces era posible ir al cine en Aculco los lunes y los jueves. Pero pocos años más tarde esta actividad comenzó a decaer irremisiblemente ante el avance de la televisión. Según parece, cuando las compañías se retiraron de nuestro pueblo, don Margarito siguió presentando funciones por cuenta propia. Tuvo que enfrentar incluso la incomprensión de las autoridades municipales que dejaron de permitirle utilizar el Teatro Municipal y se vio obligado a trasladarse a Arroyozarco, donde ocupaba como sala el antiguo edificio del Despacho. No tardarían mucho en cancelarse también las funciones allá.

Pero todavía a fines de la década de 1970, en la feria de septiembre, solían instalarse en la plaza de la Constitución carpas en las que se proyectaban películas. Tengo el lejano recuerdo de haberme colado de niño a una de esas funciones, en la que se exhibía un filme de terror. Naturalmente sólo permanecí unos pocos segundos ahí dentro antes de escapar corriendo, muy asustado.

En fin, ahora que muchos de ustedes tendrán la oportunidad de disfrutar de las películas que se proyecten en el viejo teatro, al momento en que las luces se apaguen, recuerden a aquellas generaciones de aculquenses que muchos años atrás estuvieron ahí viendo cine, sus padres, sus abuelos, sus bisabuelos. Por un momento, quizá, podrán compartir aquella misma emoción de antaño con la que ellos miraban la pantalla.

POST SCRIPTUM: Me comenta mi primo Octavio que todavía a fines de la década de 1990 siguió habiendo funciones de cine, aunque con películas mexicanas de poca calidad.

viernes, 11 de marzo de 2016

A la orilla del camino / que llaman de Tierradentro...

La entrada de hoy en este blog Aculco, lo que fue y lo que es, no tiene otro fin más que copiar aquí el poema llamado "Romance* de Aculco" o "La Batalla de Aculco" (variante que muestran sus distintas ediciones), una composición del conocido autor Guillermo Prieto que forma parte de su Romancero Nacional (1885), y que no hay que confundir con otro de igual título, escrito por Rafael Ruiz Rivera del que antes hablé aquí.



Con su Romancero, Prieto intentaba llenar -afirma Ignacio Manuel Altamirano en el prólogo de la obra- "un vacío que existia en la poesía patria, en nuestra historia y en nuestros sentimientos", para crear "la Epopeya Nacional en una de sus varias formas, reuniendo en una colección de romances, todos los recuerdos históricos y tradicionales de la Independencia Nacional". Esto es, Prieto pretendía -de un tirón y con sólo sus poemas- darle a México una poesía épica y popular que por muchas razones no había surgido espontáneamente del propio pueblo. Aunque el intento hoy nos puede parecer un poco absurdo (y es muy obvio en sus composiciones que, lejos de rastrear auténticas leyendas y tradiciones populares sobre la Independencia, abrevó en los textos de los historiadores que podríamos llamar canónicos del periodo como Carlos María de Bustamante y Lucas Alamán), esta colección de romances es un buen ejemplo del nacionalismo literario de nuestro siglo XIX y del anhelo de los escritores de la época por crear patria.

El "Romance de Aculco" resulta curioso en varios aspectos. El primero, por la forma en que sus primeros versos ligan el pueblo al Camino de Tierra Adentro (vía que como todos sabemos le significó la incorporación a la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2010). También, por su mala descripción del pueblo, al que quizá Prieto ni siquiera conocía ("un conjunto de chozas que quiso llamarse pueblo"). Bien que conocía, en cambio, Arroyozarco, punto del que escribió en varias ocasiones y que no evitó mencionar aquí como referencia para sus lectores, pero intuyo que sobre todo como referencia para sí mismo.




La narración de la batalla del 7 de noviembre de 1810 en el "Romance de Aculco" es mala por poco clara, pero también porque falsea algunos hechos, como que el "intrépido Allende" retirándose "en concierto" (es decir, ordenadamente) salvó "carruajes, trenes (es decir, los bagajes y convoyes que los transportaban), tesoros, pertrechos de guerra inmensos". Por el contrario, Allende, escapó de Aculco en desbandada como el resto de los insurgentes y los carruajes, dinero, pertrechos y demás fueron capturados por Calleja. También es exagerada la afirmación de Prieto cuando dice "En las masas infelices ceba Calleja el despecho, e inmola su alma de hiena a rendidos prisioneros", pues como quedó claro en el texto publicado en este mismo blog acerca de la leyenda del "tamborcito de Valladolid", tan sólo tres prisioneros insurgentes capturados en Aculco fueron ejecutados poco más de una semana más tarde en San Juan del Río.
En fin, copio aquí el "Romance de Aculco" de Guillermo Prieto.

Romance: Combinación métrica de origen español que consiste en repetir al fin de todos los versos pares una misma asonancia y en no dar a los impares rima de ninguna especie (Diccionario de la R.A.E.).






ROMANCE DE ACULCO

A la orilla del camino
 que llaman de Tierradentro,
 que va entre inmensas llanuras
 cercadas á largos trechos
 por elevadas montañas
 y por empinados cerros,
 en una hermosa hondonada,
 de Arroyozarco no lejos,
 San Gerónimo de Aculco
 asoma el humilde aspecto.
 Es una verde llanura
 con unos pelados cerros,
 y es un conjunto de chozas
 que quiso llamarse pueblo,
 que el hábito no hace al monje,
 ni sirve para mi cuento.
 En la llanura, Calleja
 de Hidalgo se halla en acecho,
 porque así el virrey lo manda,
 y la orden tuvo en Querétaro.
 Hidalgo, desde las Cruces
 se retiró satisfecho,
y en medio, no ya de tropas,
 sí de tumultuoso pueblo,
 que celebrando victorias,
 mas sin rumbo ni concierto,
 coronaba las alturas
 desordenado y contento;
 pero gérmenes de muerte
 desarrollando en su seno
 están entre los caudillos
 las serpientes de los celos.
 De lo que Hidalgo concierta,
 Allende reclama el premio:
 uno detesta a los reyes
 y el otro al rey es afecto,
 mas la causa de las causas
 está en la tiniebla envuelto;
 aun tiene la historia sombras
 que no disipa el misterio
 y mucho hago levantando
 sólo la punta del velo,
que trastorna conjeturas
 y que confunde sucesos.
Cuando Calleja acomete
 se tornan tumulto inmenso
 el vasto campo de Hidalgo,
 sus trenes y sus guerreros,
 y se usurpa la sorpresa
 los lauros del vencimiento.
 Derrámanse en la llanura
 grupos de extraviado pueblo,
 como la tromba marina
 brota de la mar, barriendo
 las atropelladas olas
 que le salen al encuentro.
 Carruajes, trenes, tesoros,
 pertrechos de guerra inmensos
 intrépido salva Allende
 retirándose en concierto.
 En las masas infelices
 ceba Calleja el despecho,
 e inmola su alma de hiena
 a rendidos prisioneros.
 Hidalgo se encuentra aislado,
 y sigue firme y resuelto
 a Valladolid su marcha,
donde pronto le hallaremos.
Allende, con lo que salva
 de sus bravos compañeros
 a Guanajuato se lanza
 en rápido movimiento.
 Calleja al virrey escribe,
 vano, orgulloso, contento:
 "la insurrección es vencida;
 "ya la insurección ha muerto;"
 y así afirman los serviles
 entre entusiastas festejos,
así, cuando se percibe
 de pronto un claro de cielo
 y los relámpagos cruzan
 en nubarrones dispersos,
 no se mira que otras nubes
 que retumban a lo lejos
 como flotando esparcidas
 empujadas por los vientos,
 harán más recio el estrago
 si invaden de nuevo el cielo,
 estremeciendo la tierra
 con su retronar violento...

_____

En pos de Allende, Calleja,
dejando á Hidalgo, va presto,
y renueva Guanajuato,
en el formidable encuentro,
del horror de Granaditas
los sucesos estupendos;
pero esta vez la fortuna
condenó á martirio al pueblo.

domingo, 6 de marzo de 2016

Por los cielos de Aculco

De unos meses para acá hemos podido admirar diversas fotografías y videos de Aculco tomados desde el aire, publicados tanto en Facebook como en Youtube. Algunos de ellos han sido captados por medio de drones y otros más desde los globos aerostáticos que apenas en febrero pasado empezaron a prestar servicios al público. Sin duda, el observar el pueblo desde las alturas tiene un atractivo especial, incluso para quienes estamos más familiarizados con él: nos ofrece nuevas perspectivas, permite atisbar hacia rincones habitualmente fuera de nuestra vista, ayuda a comprender mejor su trazo, sus construcciones y espacios, nos revela sus verdaderas proporciones y, en suma, enriquece de muchas maneras nuestro conocimiento de Aculco.

Aunque ninguno de los videos y fotografías que incluyo en este post son míos, quiero mostrárselos agrupados aquí y por lo menos aportar algo de mi parte al comentar algunos de sus detalles que me parecen interesantes.

 

ACULCO EN 2005

Esta primera fotografía, que muestra la Plaza de la Constitución y calles aledañas en dirección noroeste-sureste, fue publicada por la presidenta municipal de Aculco en su cuenta de Facebook el pasado 31 de enero. Sin embargo, se trata de una imagen tomada posiblemente en la primera mitad del año 2005, pues aparece una manta con propaganda política para las elecciones de gobernador del Estado de México de ese año y se advierten también algunos cambios -buenos y malos- que ha sufrido el pueblo en la última década. Por ejemplo, puede notarse que el claustro del convento (esquina superior izquierda) aun no había sido techado con la deplorable cubierta industrial que hoy tiene, la casa de la Plaza de la Constitución número 15 aún no se había convertido en el actual agradable Hotel Jardín, la casa del Portal de la Primavera aun no había sido restaurada, etcétera.

 

GLOBOS SOBRE EL PUEBLO, FEBRERO DE 2016

De la página de Facebook de Volando México Balloons tomé estas imágenes de los primeros vuelos que ha organizado esta empresa en nuestro municipio. Me ha costado trabajo seleccionarlas, ya que en realidad son todas muy hermosas y les recomiendo que ustedes mismos las vean todas en aquel sitio. La dirección del vuelo (de este a oeste) y la iluminación del sol temprano por la mañana nos permiten admirar el ábside de la parroquia de San Jerónimo y sun fachada norte con sus grandes contrafuertes en las dos primeras fotografías. Las siguientes dos imágenes son vistas panorámicas desde mayor altura que permiten ubicar al pueblo con el cerro de Ñadó y el cerro del Tixhiñú al fondo como figuras tutelares. La última imagen muestra la parte baja del pueblo, la vega regada por arroyos que es uno de sus activos ecológicos y que debería preservarse, incluso impidiendo construcciones como la del plantel de la Universidad Mexiquense del Bicentenario (si no me equivoco - NOTA: Sí me equivocaba, por lo menos en parte es el nuevo Centro de Atención Integral a la Mujer, inaugurado el pasado 7 de marzo) que destaca en primer plano, situada en una zona de riesgo susceptible a inundaciones.

 

FOTOGRAFÍAS TOMADAS CON UN DRON, FEBRERO DE 2016

Gracias a la página de Facebook de Aculco Ranch de Espinoza conocimos esta seria de fotografías tomadas por la empresa GA-Drone hace apenas unos cuantos días. Esta forma de tomar fotografías aéreas naturalmente permite un mayor acercamiento, variar el ángulo o dirección con más libertad que las fotografías tomadas desde globos. Las tres primeras fotografías -de la parroquia de San Jerónimo y el ex convento franciscano anexo- permiten ver esto con claridad, al presentar la fachada desde distintas alturas que ayudan a comprender muy bien su ubicación, distribución de sus espacios, etcétera. Es curioso, por ejemplo, que a nivel de piso no resulta tan fácil percatarse de que el atrio no es perfectamente rectangular, sino trapezoidal y que el templo, perfectamente alineado de oriente a poniente, no corresponde sin embargo con la alineación de la mayoría de las calles del lugar. Las siguientes tres fotografías de este grupo muestran la Plaza de la Constitución desde dos diferentes alturas en dirección al poniente. Se puede observar aquí también que los costados norte y sur de este espacio no son paralelos, lo que seguramente es evidencia de que el trazo de calles y manzanas del pueblo no se hizo de una sola vez en su origen, sino que fue el efecto de la alineación informal a través del tiempo o por lo menos de distintas etapas urbanizadoras. Un ejemplo de cómo se fue dando esta conformación es el edificio del Palacio Municipal, pues consta en documentos que ese terreno no fue edificado sino hasta la segunda mitad del siglo XVIII, es decir, fue hasta entonces parte de la plaza. La última fotografía corresponde a la cascada del Tixhiñú.

 

VIDEO TOMADO CON UN DRONE, AGOSTO DE 2015

Aculco con encanto

Ayer estuve en Aculco jugando con mi drone.

Posted by Miguel Villa on lunes, 10 de agosto de 2015

Este video de Miguel Villa Andrade me parece particularmente hermoso. Cuando lo vean, procuren configurarlo para que lo admiren en alta definición. Tomado al caer la tarde (el mejor momento para observar la fachada de la parroquia), con el campo verde a mitad del verano y en un día de no mucho tránsito de automóviles, presenta prácticamente una vista de 360 grados desde el centro de Aculco. Lo único que afea las tomas es la carpa levantada en el atrio.

 

¿UN AEROPUERTO DE DRONES?

Pero si todo lo anterior les ha llamado la atención, seguramente esta noticia les sorprenderá más: la empresa Aeropuerto Drone, que se anuncia como una "red de aeropuertos exclusivos para drones civiles" ha anunciado la próxima apertura de sus primeras instalaciones justamente en nuestro Aculco. En su página de internet www.aeropuertodrone.com aseguran que:

Aeropuerto Drone es un concepto aeronáutico de nueva generación creado por un grupo de visionarios ingenieros e inversionistas en apoyo a investigadores, académicos, empresas y organismos públicos con el fin de que puedan conocer, desarrollar, probar y volar su Drone en un espacio controlado y seguro para ello. La tecnología Drone sigue madurando y necesita ser probada para continuar su comercialización.

Y acerca de las razones por las que eligieron Aculco, añaden:

La localización geográfica del Aeropuerto Drone atiende a condiciones demográficas, meteorológicas (vientos, techos de nubes, visibilidad y temperaturas), datos climatológicos, estudios topográficos, hidrográficos, de impacto ambiental y de complementación al desarrollo urbano. Aeropuerto Drone está fuera del trayecto de aviones comerciales y de carga respetando la normativa; construye sus instalaciones a mas de 5 km. de distancia de aeropuertos y helipuertos, lejos de zonas de tiro y libre de interferencias parasitarias externas tales como suelos ferrosos, canalizaciones metálicas, cables eléctricos, lineas de alta tensión y antenas o repetidoras de radio. La relativa cercanía de hoteles, restaurantes, bancos, tiendas, atracciones locales y servicios públicos es para la comodidad de miembros y visitantes internacionales. El primer Aeropuerto Drone en América Latina atiende a los Estados de México, Querétaro, Hidalgo y Ciudad de México con Altitud: 20° 5' 46.4" N y Longitud: 99° 48' 36.2" W. Su declinación Magnetica es de +5° 17' ESTE, cambiando 0° 7' W/año, es decir, declinación POSITIVA e inclinación: 47° 54' con fuerza de Campo Magnetico: 41069.2 nT y 2,440 metros sobre el nivel del mar. Zona de clima semifrío, subhúmedo con lluvias en verano y con temperatura media anual es de 13.2 ºC.

De acuerdo con las fotografías satelitales que presenta el mismo sitio, la ubicación precisa de este aeropuerto es un terreno situado entre la cabecera municipal y Santa María Nativitas, a un costado del rancho El Suspiro y al norte del rancho La Maroma. Es decir, justo a un lado del camino que lleva de la carretera Santa María-Aculco al hotel La Esperanza, que curiosamente es el sitio desde el que despegan los globos aerostáticos de los que hablamos antes.

En fin todo lo anterior debe llevarnos a reflexionar acerca de la conservación de los atractivos y características que hacen de Aculco un punto adecuado para este tipo de vuelos. A nadie le gustaría volar en globo o hacer despegar un drone equipado con cámara para observar sólo un conjunto urbano mal planeado, azoteas llenas de tinacos y antenas o cientos de casas de tabicón a medio terminar (un paisaje que tristemente ya es común en casi todos los pueblos de nuestro país). Véase si no la foto siguiente que he querido dejar justamente para el final. Ahora que los habitantes de Aculco empiezan a cobrar conciencia de lo que el turismo puede aportar a la economía local, es también momento de comprender que sólo la preservación de esos atractivos naturales, arquitectónicos y urbanos hará sostenible esa actividad.

jueves, 21 de enero de 2016

La restauración del Hotel de Diligencias de Arroyozarco: quizá una realidad cercana

Hace unos años, en septiembre de 2008, escribí en este blog un breve texto acerca del antiguo Hotel de Diligencias de Arroyozarco que concluía con esta frase:

Sin más recursos (intelectuales y materiales) para frenar el daño que amenaza destruir este edificio, que un poco de pintura roja aplicada a parte de su cantería, el viejo Mesón de Arroyozarco prosigue su camino hacia la ruina. Parece no importar que se trate de uno de los puntos más importantes del Camino Real de Tierra Adentro que ahora se quiere promover ante la UNESCO para su declaratoria como Patrimonio de la Humanidad.

En efecto, el estado de conservación del edificio de propiedad federal era desde entonces alarmante, especialmente en lo que respecta a sus cubiertas que habían comenzado a colapsar. Nada se hacía entonces para evitarlo y nada se hizo en siete años hasta el día de hoy. Sin embargo, esta semana recibí la muy agradable noticia de que la propia presidenta municipal entrante de Aculco, Aurora González Ledezma, había acudido personalmente al FOREMOBA (instancia del Conaculta -hoy Secretaría de Cultura- que ha participado en las distintas etapas de restauración del templo parroquial de la cabecera municipal) para comenzar a actuar en relación con lo que promete ser uno de sus principales proyectos en materia de conservación del patrimonio histórico: la restauración de este antiguo edificio arroyozarqueño.

Para poner en claro cuál es la importancia del antiguo Mesón y Hotel de Diligencias de Arroyozarco, construido entre 1786 y 1791, puedo decirles con toda seguridad que en todo el territorio del Estado de México no existe ninguna otra construcción histórica ligada al Camino Real de Tierra Adentro (reconocido como Patrimonio Mundial por la UNESCO) más importante que él. Sin embargo, este sitio no quedó incorporado formalmente a los puntos señalados y protegidos de este itinerario cultural, sino solamente mencionado en su lista indicativa, por dos razones principales: su deterioro y la falta de proyectos para su restauración, así como la ausencia de planes municipales de imagen urbana para mejorar su feo entorno. Pero ahora, si llega a ejecutarse este importante proyecto y se complementa con obras de mejora de la imagen urbana, es posible que pueda sumarse a él sin ningún problema, lo que significaría un logro más, independientemente de la importancia del propio rescate del edificio.

Buena parte de la historia del inmueble está documentada en mi libro Arroyozarco, puerta de Tierra Adentro. Los detalles de su arquitectura y un par de propuestas para su restauración y transformación en hotel se pueden encontrar en las tesis elaboradas por el Arq. Joel Lara Mondragón (quien es originario de Arroyo Zarco) y la de la Mtra. Isis Esthela Isidoro Cervantes. Estas obras son un excelente punto de partida para el estudio del inmueble en vista a su restauración, que sin duda deberá aprovechar el arquitecto que se encargue de realizarla. Pero, ya que menciono que dichas tesis proponen su conversión en hotel, quiero comentar que el mejor uso que podría tener es sin duda el cultural, visión que, creo, comparte la propia presidenta municipal. A mí me parece que podría instalarse aquí un Centro de Interpretación del Camino Real de Tierra Adentro que cuente su historia a través de reproducciones de mapas antiguos y modernos en gran formato, objetos relacionados con la ruta que se extendía desde la ciudad de México hasta Santa Fe de Nuevo México, recreaciones, etc. Pero además podría crearse un buen museo de sitio que utilice el propio edificio para mostrar cómo era un mesón de fines del siglo XVIII y la primera mitad del XIX, con sus aposentos, salones, macheros, carros y diligencias, bodegas, tienda, etcétera. Por supuesto, un inmueble de este tamaño puede contar con todo tipo de servicios complementarios como cafetería, tienda, áreas de eventos, etcétera.

Creo que un museo de estas características sería muy atractivo para el público, y si tomamos en cuenta que Arroyo Zarco está a muy poca distancia de la Autopista México-Querétaro, con el enorme potencial de visitantes que eso significa, esta "histórica puerta de entrada del norte del Estado de México" puede llegar a tener gran éxito. Al mismo tiempo, diversificaría la oferta turística en el municipio y supondría un claro incentivo para estimular la pernocta, que es todavía uno de los puntos débiles del turismo aculquense. Como añadidura, influiría positivamente en la economía del propio Arroyo Zarco y, si se realizaran las obras complementarias de imagen urbana, ayudaría a mejorar la calidad de vida en este poblado; porque no debemos olvidar que vivir en un lugar hermoso es también parte de esa calidad de vida. Con el tiempo, quizá, el museo estimule también la recuperación de algunos de los otros edificios patrimoniales arroyozarqueños, como la hacienda vieja, la capilla (hoy parroquia), el despacho, el molino, etcétera.

Es de elogiarse y agradecerse la iniciativa de la nueva presidenta municipal hacia el proyecto de restauración del viejo mesón. Es además una muy buena señal que se muestre decidida a aprovechar su tiempo en el cargo y a que una de sus primeras acciones se dé en el ámbito cultural y patrimonial. Es también, por supuesto, muy pronto para lanzar las campanas a vuelo, pero me satisface mucho ver su interés por el rescate de este sitio histórico de Aculco; sin duda Aurora está conciente de que la carta fuerte de desarrollo del municipio está en el turismo y que éste se sustenta, sobre todo, en su riqueza histórica y patrimonial.

Si quieres saber más sobre el Hotel de Diligencias, puedes visitar en este blog los siguientes enlaces:

Las tres veces que el Emperador Maximiliano pasó por Arroyozarco.

Aculco y el Camino Real de Tierra Adentro.

La historia y el vestigio material.

El Hotel de Diligencias de Arroyozarco.

El reloj de sol de Arroyozarco.

Letrinas.-

Manuelita, una novela de Guillermo Prieto que inicia en Arroyozarco.

El puente de Arroyozarco.

1794, cuando las diligencias comenzaron a recorrer el Camino Real de Tierra Adentro.

Portes Gil y "Judas".