Al mismo tiempo que se emprendió en los últimos meses la rehabilitación del Portal de los Terreros de la que les platiqué hace algunos días, al lado opuesto de la Plaza de la Constitución se realizaba también la reconstrucción del mucho más humilde portal edificado por el Ayuntamiento 2006-2009 (que no duró en buenas condiciones ni diez años), frente a la casa que perteneció a la familia Arciniega Basurto. Antes y después de esta reconstrucción se llevaron también algunos cambios a la fachada de la propia casa con la intención de darle un aspecto más tradicional, pues siendo obra de la década de 1960 muchos de sus detalles eran más bien modernos. Como en dichos cambios tuve que ver directamente, por esta ocasión procuraré solamente presentarles el caso sin hacer una crítica ni histórica ni arquitectónica, cosa que les dejo a ustedes como lectores de mi blog.
La fachada original de esta casa era sumamente austera. Las pocas fotos que existen de ella nos muestran que tenía una sola planta con escasos y pequeños vanos. Desapareció casi por completo a principios de la década de 1960, cuando la señora Trinidad Arciniega Basurto remetió una gran sección del muro para formar una terracita, que quedó cerrada con rejas, mientras que en lo alto edificó un portalillo de teja con un pretil de tabique en aparejo palomero. Así, de la antigua fachada colonial sólo sobrevivió entonces la portadilla de piedra blanca de su acceso principal y una cruz de doble travesaño del mismo material sobre la azotea, como se puede ver en la siguiente fotografía.
En los últimos meses del 2018, con autorización del INAH, fueron retiradas las rejas de la terracita y las dos ventanas que daban hacia ella, ambas de construcción moderna, fueron modificadas. La del lado derecho se convirtió en un acceso adornado con portada de cantera con una cornisilla y puerta entablerada de madera. La del lado izquierdo conservó sus jambas de piedra blanca (antes ocultas por el aplanado), mientras que su cerramiento de concreto fue reemplazado por un dintel monolítico también de piedra, dotándola además de su cornisilla y repisón de cantera, así como de una reja con nudos de fierro colado que evoca los modelos del siglo XIX.
Casi por seis meses, la fachada permaneció así, con estos primeros cambios, en espera del inicio de las obras de reconstrucción del portal, planeadas desde la administración municipal pasada, pero que sólo en ésta fueron concretadas.
Finalmente, en julio de 2019 comenzaron los preparativos para la reconstrucción del portal. A diferencia de lo hecho en 2008, esta vez el portal sí se apoyó en la fachada de la casa, lo que le da mayor estabilidad y evitó tener que levantar pilares independientes para soportarlo. Debido a ello resultó necesario recortar el entrepiso que se proyectaba algunos centímetros hacia el frente y retirar el pretil del portalillo superior de la casa. El entrepiso fue reforzado con nuevas vigas, colocándose además, apoyada en los pilares, una gran viga de madera para sostener toda la viguería del portal.
Hecho todo lo anterior, la reconstrucción del portal propiamente dicho fue sencilla y rápida. En ella se utilizaron materiales completamente nuevos, tanto para la viguería como en las tejas de barro. En la siguiente imagen se puede ver la obra cuando se encontraba ya en proceso de acabado con la aplicación de pintura blanca.
Pero, como puede advertirse en las fotografías previas, el portalillo superior de la casa se encontraba algo dañado, con sus vigas cargadoras ya vencidas y las transversales con sus cabezas podridas, lo que había llevado a repararlas provisionalmente con ménsulas de madera clavadas en el muro. La terminación de la obra del portal ya permitió emprender también su arreglo, con un cambio significativo: los toscos pilares construidos en la década de 1960 fueron reemplazados por columnas de madera cilíndricas apoyadas en basas de cantera. Las razones de esta modificación fueron estéticas, pero también influyó el deseo de recuperar este uso de apoyos de madera que en el pasado de Aculco fue muy frecuente (como se puede ver en el portal de peregrinos de la parroquia o en el propio Portal de los Terreros), pero que casi ha desaparecido.
Y así, volvemos a las fotografías con las que inició esta entrada del blog: la fachada actual contra la fachada como estaba a mediados de 2018. ¿Qué opinan los lectores de estos cambios?