Sobre el costado oriente de la calle de Iturbide, muy cerca de la Casa del Puente, se encuentra lo que originalmente fue una pequeña casa perteneciente desde hace muchos años a la familia Chávez y actualmente posesión de don Jesús Chávez Chacón. Él le anexó algunos solares vecinos que fueron parte de la casa de don Domitilo Alcántara y del Molino de las Terreros (o molino "La Industria") hasta darle su extensión actual, bastante considerable.
El elemento más interesante de esta casa era una antigua troje, originalmente con techo plano de viguería y terrado, que fue fotografiado a principios del siglo XX por Luis Castillo Ledón (cuanyo ya se hallaba cubierta de teja) y publicada esta imagen en su importante libro "Hidalgo, vida del héroe", donde se afirma que ésta fue una de las casas en las que se albergaron los insurgentes a su paso por aculco en noviembre de 1810.
Esta era la imagen de la casa de los Chávez hacia 1901.
Hace varios años, la sencilla fachada de esta casa - que no tenía más adorno que una puerta y una ventana - fue modificada intentando embellecerla. Aunque en este caso no se ha destruido nada, el inmueble ha sido alterado con buenas intenciones pero con resultados mediocres: los nuevos balcones de la planta alta intentan parecer coloniales, pero sus proporciones y molduras mal trabajadas los delatan. El "ojo de buey" aplicado junto a ellos no tiene antecedentes en la arquitectura civil de Aculco, por lo que se avierte inmediatamente su falsedad. Las molduras agregadas al vano inferior, éste sí original, tienen los mismos defectos que las de los balcones. La puerta de acceso, con un escudo de armas del apellido Chávez, agrega una pizca más de insinceridad al conjunto, lo mismo que la puerta de hierro oxidado.
Sin duda, con un poco de cuidado y seguramente con menos recursos económicos el resultado podría haber sido mejor y la fachada, aún con modificaciones, habría podido integrarse de manera más tersa al conjunto urbano de Aculco.
miércoles, 17 de septiembre de 2008
La calle del biombo: el barrio húmedo de Aculco
Hasta hace algunas décadas, el final de la calle de Rivapalacio (antigua calle del Biombo) cerca de su desembocadura en la calle de Abasolo, era la zona por excelencia de las pulquerías en Aculco. Era, por así decirlo, su "barrio húmedo", y en varias de sus puertas podían verse las banderas rojas con las que se anunciaba el comercio de esta bebida, así como las tradicionales "botas" de chivo en que se almacenaba, como puede verse en la siguiente fotografía de la década de 1960.
Tres de los accesos del muro de la derecha eran otras tantas entradas a las pulquerías. Lo mismo el inmueble del fondo, que cierra la vista ya sobre la calle Abasolo. A la izquierda las cabalgaduras de algunos clientes.
Así se ve este tramo de la calle hoy en día. Tómese como punto de referencia el remate triangular del tejado de una de las casas, y se verá que prácticamente todo a la izquierda de ella ha desaparecido, incluyendo interesante la casa de la esquina, que adornaba su fachadacon dos contrafuertes. A su lado derecho, subsiste la casa y sus accesorias antiguas, aunque en un estado lamentable. Todavía una de ellas alberga una exigua cantina, último recuerdo de la antigua vocación de esta zona.
En esta deficiente fotografía se observa la pulcra imagen que dejó a la calle de Rivapalacio la remodelación de 1974. Hoy, tal bella perspectiva no existe: éste es uno de los puntos más degradados en el paisaje urbano de Aculco, una sucesión caótica de comercios,casas a medio construir y edificios de hasta tres pisos, como se oberva en la fotografía de abajo.
Según el Dr. Enrique Rojas López, hacia 1943 había en Aculco entre 10 y 12 pulquerías, y el pulque era la bebida que más se consumía "por su abundancia y por consecuencia su bajo precio". Curiosamente este médico señala que se anunciaban con una bandera blanca,lo que contradice la tradición oral que habla -como señalé arriba y parece confirmar la fotografía- de la bandera roja.
Tres de los accesos del muro de la derecha eran otras tantas entradas a las pulquerías. Lo mismo el inmueble del fondo, que cierra la vista ya sobre la calle Abasolo. A la izquierda las cabalgaduras de algunos clientes.
Así se ve este tramo de la calle hoy en día. Tómese como punto de referencia el remate triangular del tejado de una de las casas, y se verá que prácticamente todo a la izquierda de ella ha desaparecido, incluyendo interesante la casa de la esquina, que adornaba su fachadacon dos contrafuertes. A su lado derecho, subsiste la casa y sus accesorias antiguas, aunque en un estado lamentable. Todavía una de ellas alberga una exigua cantina, último recuerdo de la antigua vocación de esta zona.
En esta deficiente fotografía se observa la pulcra imagen que dejó a la calle de Rivapalacio la remodelación de 1974. Hoy, tal bella perspectiva no existe: éste es uno de los puntos más degradados en el paisaje urbano de Aculco, una sucesión caótica de comercios,casas a medio construir y edificios de hasta tres pisos, como se oberva en la fotografía de abajo.
Según el Dr. Enrique Rojas López, hacia 1943 había en Aculco entre 10 y 12 pulquerías, y el pulque era la bebida que más se consumía "por su abundancia y por consecuencia su bajo precio". Curiosamente este médico señala que se anunciaban con una bandera blanca,lo que contradice la tradición oral que habla -como señalé arriba y parece confirmar la fotografía- de la bandera roja.