El presidente municipal de Aculco, Javier Venancio, atropella leyes, destruye vestigios históricos y pasa por encima de la opinión de la gente sobre la que gobierna para realizar su voluntad. Esta vez se trata de la continuación del portal norte de la Plaza de la Constitución, que el municipio ha extendido hacia el frente de una casa cuyo propietario expresamente se negó a aceptar que su inmueble sufriera las mutilaciones y transformaciones que afectaron a los edificios vecinos en este intento.
No crea el lector que Venancio, haciendo gala de una sensibilidad que suele caracterizar a personas inteligentes y sensatas detuvo su obra ya que molestaba a los vecinos. No, nada de eso. El resultado es lo que podríamos llamar ya la "obra cumbre" del trienio de Venancio: un portal que, como una mesa, tiene que sostenerse en "patas" por ambos costados y que del lado de la casa se yergue sobre una serie de postes que tapan la vista de la fachada y afean notablemente este rincón de Aculco.
¿Y todavía hay quien cree que el actual Ayuntamiento efectúa estas obras por "embellecer" a Aculco?
Imágenes del interior del nuevo portal
El exterior; nótese la diferencia de calidad y color de tejas, la falta de uniformidad y la alteración de las ventanas de la casa de la derecha, que fueron "movidas" más de un metro por encima de su nivel original.
Esta era la fachada de la casa antes de la construcción del nuevo y feo portal. ¿Realmente se necesitaba algo así para "embellecerla" o es que la construcción deja buenos dividendos?